Enseñanzas de primavera Arya Kshema. Elogios autobiográficos de Mikyö Dorje: Día 7
Para el séptimo día de las enseñanzas de primavera de Arya Kshema, el Karmapa habló sobre la décimo cuarta y décimo quinta buenas acciones de los versos autobiográficos de Mikyö Dorje. De acuerdo con el comentario de Sangye Paldrup hay dos partes que se refieren a la meditación de la bodhicitta relativa:
- Intercambiarse uno por los demás en la meditación
- Tomar la adversidad como el camino en la post-meditación
El Karmapa completó la primera parte así que siguió con la segunda parte: Tomar la adversidad como el camino en la post-meditación, que a su vez contiene diez subtemas, de los cuales habló ya de los primeros tres y entonces, en esta ocasión empezará con el cuarto y quinto:
4. Tomar palabras agradables como el camino.
5. Tomar el sufrimiento como el camino.
El Karmapa leyó el décimo cuarto verso del texto raíz:
Causas y resultados virtuosos hechos esperando algo a cambio,
como alabar con palabras lisonjeras esperando halagos,
no pueden tener el propósito de la gran iluminación.
¿Cómo puedo asir la virtud y tomar el resultado como mío?
Pienso en esta como una de mis acciones virtuosas. (14)
Después de leer el verso, el señaló que la segunda línea del verso contiene la siguiente nota:
El Karmapa comentó esto en términos de la vida moderna:
Cuando las personas dicen que tratan de comprometerse con un modo de vida adecuado y palabra adecuada, puede que estén hablando con palabras amables pero su objetivo es usar los elogios, la obediencia y otros métodos para lograr una ganancia personal. Cuando actúan de esta manera no admiten que tienen faltas, sino que en vez de ello, creen que las faltas son cualidades e inclusive las explican como si fueran cualidades positivas. Incluso si pueden evitar que otra persona haga algo malo, no lo hacen. No son honestos, no quieren que los ofendan. En vez de ello, ellos no hablan de manera directa ni honesta, sino que intentan ocultar sus fallas como si fueran cualidades positivas, intentan salvar la reputación de otra persona diciendo, “Ese amigo espiritual habla de una manera muy respetuosa.” Esas personas consideran que el habla pseudo-virtuosa es lo más importante.
Básicamente, a nadie le gusta que lo critiquen. Para que esto no suceda, las personas elogian a los demás esperando recibir elogios y no ser criticados. Estas personas también creen que la mejor manera de recibir alabanzas o elogios es elogiar a los demás, y luego su mérito será bien conocido por todos.
Mikyö Dorje nunca se refirió a las personas siendo superiores o inferiores, o poderosos o ricos, o carentes de poder o de dinero; él no distinguía a las personas de esa manera. No hablaba de las cualidades de las que las personas carecían, no los elogiaba, y nunca tuvo un intento egoísta ni albergaba malas intenciones. No tuvo pensamientos egoistas o autocentrados. Nunca tuvo la esperanza de que las cosas saldrían bien para él en esta vida, ni tampoco esperó recibir fama ni alabanzas. Mikyö Dorje pensaba que las acciones pseudo-virtuosas -cosas que parecen virtuosas pero que no lo son- carecían de sentido y de importancia.
En general, la pseudo-virtud tal como hacer algo virtuoso para recibir fama en esta vida, es algo que no tiene sentido. Tales intenciones y acciones no te llevarán a lograr los caminos de los altos reinos o la liberación, ya que su objetivo no va más allá a las vidas futuras, sino solo llega a esta vida. Cualquier acción que se realice únicamente para el beneficio de esta vida no traerá beneficios a las vidas futuras ni tampoco será de beneficio para lograr la omnisciencia o la liberación. Por eso es que Mikyö Dorje nunca pensó que tales acciones fueran importantes o significativas.
Muchas personas venían a ver a Mikyö Dorje, otras tantas tenían conexiones con él, así que le pedían al Karmapa que los elogiara o los alabara, que esparciera su fama para que ganaran respeto. Ellos pensaban, “Quizá el Karmapa me hará un elogio.” Pero ya que él no alababa ni elogiaba a los demás, ni esparcía su fama para el beneficio de la ganancia o respeto, ellos se enojaban con él y esparcían rumores para dañar la reputación de Mikyö Dorje. Esto sucedió muchas veces, pero sin importar cuánto lo hicieran, Mikyö Dorje nunca le prestó tanta atención a ello.
El Karmapa entonces reflexionó:
El dharma dice que cuando se practica el samadhi mundano se puede ir de los reinos inferiores a los superiores. Al pasar del reino más bajo, el reino del Deseo, si practicas la meditación dhyana, justo antes de cambiar a un reino superior, todos los māras se reunirán para ver cómo pueden perjudicarte, tratando de impedir que trasciendas a un reino superior actuando de manera maliciosa. Pero por mucho que lo intenten, sólo debes responder despertando el samadhi de la bondad amorosa. Siempre debes tener amor y no tener ningún pensamiento malicioso.
Si esto es así para las personas que practican el samadhi mundano, entonces los bodhisatvas necesitan incluso una versión más vasta para ello. Los bodhisatvas desean lograr el estado que mora ni en el samsara ni en el nirvana. Quieren lograr el estado de la omnisciencia. Además, como los bodhisattvas se esfuerzan por liberar del sufrimiento a todos los seres sintientes que hay en el espacio, habrá seres sintientes que quieran perjudicarlos. Los bodhisattvas deben tener una gran bondad amorosa y una compasión especial hacia ellos.
Cuando piensas en estos puntos, considera a las personas en nuestra sociedad que hoy en día están sufriendo, ellos confunden la felicidad falsa con el placer; creen que tener un gran estatus, poder y riqueza les traerá felicidad, pero en vez de eso, el añorar estas preocupaciones mundanas les trae sufrimiento porque no conlleva placer. Estas personas creen que si pueden persuadir a otros para que los alaben y piensen bien de ellos, podrían lograr la felicidad pero solo sería una felicidad falsa. Cuando reflexionamos sobre esto, deberíamos tener compasión, estos comportamientos no es algo que debería hacernos enojar.
Mikyö Dorje entendió esto. Cuando Mikyö Dorje le hablaba a las personas, o cuando él alababa a alguien, lo hacía desde un entendimiento muy profundo. Él siempre consideraría si esto le traería beneficio y felicidad a los demás. Incluso cuando hacía bromas o tenía conversaciones ordinarias, la manera en la que él hablaba era diferente a los demás. Lo que él decía tenía peso. Las personas pensaban, “quizá debería escribir esto.” Cuando señalaba puntos importantes de practicar virtud y evitar las acciones no virtuosas, o cuando hablaba del dharma o de las situaciones mundanas, siempre daba puntos claves. Cuando hablaba del significado del habla adecuada -una de los ocho ramas del sendero noble- ese significado debía medirse con el discurso de Mikyö Dorje.
El punto principal de la décimo cuarta acción virtuosa puede resumirse en que cuando acumulamos virtud no deberíamos esperar ninguna respuesta o nada a cambio.
Después el Karmapa extendió el resumen regresando a los tres puntos principales de los subtemas:
- Alabar a los demás para recibir alabanzas, cuidados o que las personas te muestren su afecto.
Aunque esta estanza fue escrita hace tanto tiempo sigue siendo aplicable a estos días. Mikyö Dorje señaló que el objetivo de la virtud no es lograr alabanzas, la virtud no es para eso. No deberíamos alabar a los demás para que nos alaben o para recibir cumplidos.
El Karmapa dio cuatro ejemplos:
En estos días muchas personas usan ropa de diseñador cuando salen -los monásticos no lo hacen- pero en general, cuando las personas salen quieren tomarse selfies y luego miran cómo pueden verse mejor o cómo sería una mejor foto. Hacen todo tipo de cosas para verse hermosos y que su cuerpo se vea bien, incluso utilizan apps de belleza para verse increíblemente atractivos. Una vez que están satisfechos, suben sus fotos en las redes sociales y esperan obtener “Me gusta”. Esperan y esperan, después de haber hecho una imagen completamente artificial de sí mismos, aún y cuando en la realidad la persona de la foto y la persona real son completamente diferentes. Y hacen esto para agradarles a las demás personas, para ser admiradas y luego obtener alabanzas y cumplidos.
Sin embargo, en el Tibet, cuando las mujeres adultas van a Jokhang en Lhasa, o a conocer a su gurú raíz, o cuando van a visitar un lugar sagrado o ua cueva en las montañas, usan ropa nueva; lo hacen debido a que sienten una gran fe y devoción a esos sitios como la estatua de Jowo, o hacia su maestro raíz. Entonces ellos van a ofrecerle sus respetos, y se visten bien para mostrar su fe, y como resultado están emocionadas y felices. No se arreglan o utilizan ropas nuevas para lograr el reconocimiento de otras personas.
También si te invitaran a una celebración muy grande como a una boda, una ceremonia de premiación, o algún otro evento grande, deberías usar ropa adecuada para la ocasión, y eso es bueno, y en caso de que no lo hagas, será inapropiado. Pero si fueras a un orfanato o a hacer donaciones a los necesitados engalanado, podría parecer extraño. Muchos famosos, cantantes y estrellas de cine sí creen en hacer buenas obras y ayudar a los pobres porque tienen sentimientos amables hacia ellos, pero es posible que algunos lo hagan para quedar mejor en la sociedad y mejorar su reputación. ¿Tu haces esto para buscar una respuesta al acumular virtud?
En términos del budismo los practicantes no deberían hacer acciones virtuosas por el bien de recibir elogios o que los demás digan, “Esta persona tiene una gran devoción o fé. Han estudiado muchos textos. Han hecho retiros muy largos.” En general, estudiar y estar en retiro son cosas en las que uno debería regocijarse, pero no esperamos algún reconocimiento de la gente, o que se interesen en nosotros, o que nos presten atención. En ese caso, acumular virtud no tiene sentido.
El Karmapa dijo que cuando era pequeño en el Tíbet, muchas personas mayores eran analfabetas, no tenían una amplia comprensión del Dharma, pero siempre que encontraban tiempo en sus vidas, no perdían el tiempo, recitaban muchos mantras mani. Recitaban varios cientos de millones de mantras mani por el beneficio de todos los seres sintientes. Lo hacían de modo que nadie más los viera. Esta forma de acumular mérito es la forma real de acumular mérito.
Luego, el Karmapa dijo: “Cuando actuamos de forma virtuosa, debemos examinar absolutamente nuestra motivación. ¿Cuáles son nuestras intenciones iniciales? ¿Esto es algo bueno que beneficia a los demás, o estoy actuando para recibir elogios? Si tenemos una motivación equivocada cuando acumulamos virtud, todo el mundo, incluidos nosotros mismos y los demás, ha sido engañado por todas estas virtudes falsas.”
Algunas personas podrían pensar que nunca deben aceptar los elogios de los demás cuando realizan acciones virtuosas, pero eso no es lo que digo aquí. Cuando la gente ha hecho algo bueno o virtuoso, no debe fingir que no quiere los elogios o decir que no puede aceptarlos. Los antepasados Kagyu decían: “Lo que sucede de manera automática es un siddhi, así que no te des por vencido”.
- No deberíamos hacer acciones virtuosas para obtener algo de los demás o para ganar una buena reputación.
Mikyö Dorje dijo que no deberíamos hacer acciones virtuosas para que las personas nos den elogios, o hacerlo porque esperamos que los resultados nos traigan beneficios. Ni siquiera debemos esperar esos buenos resultados.
Entonces, ¿por qué hacemos actos virtuosos? Hacemos esto para obtener las acumulaciones. Pero debemos aprender cómo hacer actos virtuosos. Si tengo mucho apego a un resultado bueno y tengo una gran expectativa de obtener algo bueno a cambio, entonces, no seré capaz de hacer algo virtuoso.
Cuando practicas la virtud, esa es la cualidad de la mente interna.
El Karmapa continuó explicando esto:
En estos días a muchas personas las atraen solamente las cosas externas, solo ven lo que hay afuera. Ha habido tanto desarrollo de las cosas externas que nos hemos dejado engañar por su atractivo. Tenemos una impresión tan fuerte de las cosas externas, que creemos que acumular virtud es algo externo también, cuando de hecho, es algo interno. Como resultado, esperamos que un buen resultado vendrá de lo externo.
El Karmapa comparó la acumulación de virtud con plantar un manzano: depende de la motivación. Si es sólo porque queremos comer la fruta, ¿qué pasa con nuestro estado mental al esperar a que la fruta madure para poder comerla finalmente? Estamos constantemente mirando al exterior para ver si llega el resultado: comer una manzana. Si lo plantamos porque nos gustan las manzanas, y no lo plantamos en nuestro jardín sino en un parque público, entonces un día cuando la fruta madure, podremos disfrutar de ella y todos los demás que vayan al parque podrán disfrutar también. Entonces deberíamos sentirnos satisfechos de que todos los que vayan a ese parque puedan disfrutar de sus frutos y ser felices. No debemos pensar que sólo es para nosotros. Debemos practicar así. También es importante recordar que cuando practicamos la virtud el resultado no llega inmediatamente. Hay que creer que el fruto madurará algún día.
Debemos creer en la causa y el resultado kármicos pensando: “Un día el resultado madurará”. No debemos esperar el resultado cada día. No deberíamos tener el pensamiento mundano de: “Hice algo bueno por ellos, así que no tienen más remedio que hacer algo bueno por mí a cambio. Me pregunto cuándo harán algo bueno por mí”. Eso no es acumular virtud.
El Karmapa concluyó, “Esta es la décimo cuarta de las buenas acciones.”
Después del descanso, el Karmapa habló de la décimo quinta buena acción. En términos del resumen, este es el quinto de los diez subtemas. Tomar el sufrimiento como el camino.
Y luego él leyó la quinta buena acción.
Todo aquello que experimenté, incluso los imposibles,
abrumadores e intolerables resultados del karma,
generaron en mí la confianza en las instrucciones del Buddha
perfecto.
Obtuve certeza en la esencia de integrar toda dificultad en
el camino.
Pienso en esta como una de mis acciones virtuosas. (15)
Como el Karmapa ha explicado a lo largo de los últimos días, hubo muchas acusaciones infundadas en contra de Mikyö Dorje. La gente respondía de manera inapropiada hacia sus buenas acciones. Incluso aquellos en los que él confió y lo había apoyado, lo engañaron. Hubo momentos en los que él tuvo enfermedades físicas y obstáculos para sus actividades. Sin importar las adversidades que enfrentara o las circunsstancias más defavorables que hubera, él nunca dijo. “Soy el tulku, soy la reencarnación del Karmapa. Nunca me alejaré de las Tres Joyas. Mi única intención es beneficiar a los demás. Todo lo que hago es de acuerdo con el dharma, entonces, cuando hay mal karma no es correcto que estas cosas me sucedan.” Él nunca hubiera dicho algo así.
Lo que Mikyö Dorje hubiera dicho sería, “Desde el tiempo sin principio del samsara, hemos dañado a muchos seres sintientes. Los hemos dañado de muchas maneras diferentes y les hemos causado diferentes sufrimientos. Este es la maduración kármica de eso. Este es el resultado de la conexión entre causas y efectos, no puedo saber esto en su integridad en este momento, pero aún si no puedo conocer esto en su integridad, sí puedo mirar las palabras del Buddha Bhagavan, así es como las causas y efectos kármicos funcionan. Entonces pienso que así es como debe ser. Tengo certeza en esto.”
Luego el Karmapa habló en más detalle:
Para alguien que cree en las palabras del Buddha y considera y respeta su palabra, uno lo ha de respetar. Si no se le respeta, se podría pensar, “Oh, él sabe algo, pero no sabe qué me sucede.”
Si alguien nació en un buen linaje del dharma o con una mezcla de mente y dharma y es capaz de practicar, para este tipo de personas, ya sea que surja la enfermedad o el sufrimiento o la adversidad, esto no se volverá adversidad. Para esa persona estas son circunstancias excelentes que nos llevan a realizar acciones buenas. Hay gran beneficio en practicar el dharma en la adversidad y sentir renuncia, entonces, para esa persona habrá grandes beneficios. Después él dio tres ejemplos de renuncia:
En el Tibet, el más grande de todos los mahasidhas fue Milarepa. Cuando Milarepa era joven practicó la hechicería y mató gente, acumuló grandes fechorías, hecho lo cual no había nada que él pudiera hacer para rectificarse y hacer el bien. Pero debido a su valor y la manera que el pensaba -que las cosas malas que él había hecho y el mal karma que había acumulado podrían convertisre en condiciones favorables para beneficiar a alguien-, eso le ayudó a desarrollar valor y le dio la habilidad de enfrentarse a las innumerables penurias que vendrían a consecuencia de esas acciones negativas.
Del mismo modo, cuando Gampopa era joven, se casó y tuvo un hijo y una hija y vivió como padre de familia. Pero luego llegó una epidemia y sus hijos y su esposa murieron. Debido a esta dificultad, él deseó liberarse del samsara y entrar a la puerta del Dharma. Posteriormente se volvió el fundador de los linajes Dagpo Kagyu.
Cuando el glorioso Dusum Khyenpa tenía aproximadamente quince años, hubo una chica a la que él amo pero que lo dejó. Él se enjojó tanto que lanzó una maldición que mató a la persona a la que ella amaba. Debido a eso, él desarrolló un deseo de liberación y entrar al dharma, y practicó el Dharma.
El Karmapa entonces resumió:
Aunque no hay diferencia entre experimentar el sufrimiento o la adversidad, la diferencia entre los grandes seres y nosotros es que los grandes seres de hecho pueden convertir la adversidad en una situación benéfica. Tienen la sabiduría y el valor para transformar las situaciones difíciles en algo que pueda beneficiarnos.
Cuando la gente ordinaria experimenta sufrimiento o adversidad, se preocupa por perder su estatus, poder, salud y renombre en esta vida. Tienen apego o aversión a las cosas buenas en esta vida y se preocupan por perderlas.
Cuando alguien piensa, “Soy un practicante de dharma,” ¿esa persona tiene una creencia real sobre el karma causas y consecuencias? Probablemente no. ¿Consideran los aspectos sutiles de lo que deberían hacer y de lo que deberían abstenerse? ¿Se abstienen de las acciones burdas que deberían abstenerse?
A menudo la gente exagera sus habilidades, pero si alguien dice algo ligeramente malo sobre ellos, o si hay sufrimiento o enfermedad, si una persona de su confianza los engaña, o si pierden su fortuna o les es robada, cuando eso sucede algunos podrían decir, “Soy un verdadero practicante de darma y debido a ello la gente dice cosas malas sobre mi. Ellos manchan mi buen nombre, creo que mejor me voy.”
Su miedo es que ellos perderán su estatus en esta vida. Tienen mucho apego a esta vida. El Karmapa los comparó con Mikyö Dorje. Su pensamiento fue completamente diferente. Cuando Mikyö Dorje habló sobre los seres sintientes, él pensaba que ellos eran débiles debido a que los seres sintientes simpre estaban bajo el control de su karma y de sus aflicciones. Son débiles porque siempre se están lastimando de muchas maneras para lograr la felicidad.
Los seres sintientes son como un paciente con cáncer terminal sin tratamiento posible, sin medicina, sin remedio que pueda funcionar como cura, y no hay nada más que hacer. Van a sufrir. Del mismo modo, los seres sintientes desde el mero inicio han experimentado el sufrimiento, así que son similares al paciente del cual el doctor ya no tiene esperanzas.
A pesar de esto, Mikyö Dorje observó esta debilidad y enfermedad de los seres sintientes y sintió una compasión insoportable hacia ellos. ¿Cuáles son las señales y las razones para esta compasión insoportable?
Mikyö Dorje solo vivió 48 años, padeció de muchas enfermedades y muchas de ellas fueron dolorosas, sin embargo, él pensaba de su sufrimiento de la siguiente manera: “Todo el sufrimiento que he experimentado ha sido debido a la maduración del daño que he causado a muchos otros en el samsara sin principio.” Sin importar cuanto sufriera su cuerpo, él se volvió mucho más cuidadoso sobre sus acciones kármiacas de causa y efecto. Mirando sus acciones, considerando qué había sucedido para esta persona de capacidad adecuada, la impresión/huella todavía revelaba que tendría sufrimiento.
¿Qué es importante que consideremos aquí? ¿Cuál es la base del sufrimiento? ¿Cuál es el antídoto? ¿Cuáles son las mejores maneras para terminar este sufrimiento? Podemos ver todo esto en la vida de Mikyö Dorje.
Aquellos que no tienen esta capacidad podrían pensar, “Si tal sufrimiento le puede suceder a seres grandiosos como Mikyö Dorje, todos los problemas físicos que él tuvo, su mal karma, parece imposible que algo más pueda ocurrir. Si él pasó un mal rato físicamente, entonces tenemos que hacer los rituales que se enseñan en los sutras y comprometernos para rechazar las malas circunstancias.” Ellos realmente no entenderían los pensamientos ni las acciones de Mikyö Dorje. Esto se debe a que la actividad de los Buddhas y Bodhisattvas depende principalmente de de sus estudiantes.
La gente tiene diferentes niveles de oscurecimientos y negatividades. Cuando ven las actividades del gurú algunas personas la ven como buena o mala, porque la gente ve las cosas de manera diferente. Esto depende de sus propios oscurecimientos kármicos y apego.
El Karmapa contó la historia de Maudgalyayana, un maravilloso discípulo śrāvaka del Buddha.
Durante el tiempo del Buddha hubieron ocho discípulos, los dos más conocidos fueron Maudgalyayana y Śāriputra. Śāriputra fue el mejor en términos de prajña. Maudgalyayana fue el mejor con los milagros y fue el más poderoso y fuerte. Pero ¿cómo fue que Maudgalyayana falleció? Algunos estudiantes jainistas no budistas lo golpearon y lo mataron. Aunque Maudgalyayana era el mejor con los milagros fue golpeado hasta la muerte. ¿Porqué no mostró algún milagro en ese momento? La explicación budista dice que en el pasado Maudgalyayana acumuló el karma de ser golpeado por los demás, entonces ese karma tenía que madurar y tenía que ser experimentado. Nadie podía detenerlo, ni siquiera el Buddha. Cuando él fue golpeado, se olvidó por completo de sus poderes milagrosos, se olvidó de meditar en samadhi, se olvidó de hacer algún milagro, ni siquiera pensó en eso. Entonces, ni siquiera el gran śrāvaka Maudgalyayana pudo detener el poder de la maduración de su karma.
Muchas cosas también le sucedieron al Buddha, el sufrió dolores de cabeza, tuvo espinas en sus pies, tuvo problemas con su medio hermano Devadatta. Cuando miramos los ejemplos de los buddhas y bodhisattvas, las historias de liberación de los grandes seres, vemos que hay diferentes grados de observación de modo que los seres sintientes puedan ver a los grandes seres en diferentes maneras. Cuando el Buddha aparició en la India, no todos lo vieron como alguien bueno. Algunos lo veían como bueno otros como alguien malo. Los no budistas no veían al Buddha como una buena persona.
Si inclusive el Buddha no fue visto como bueno por todos, entonces si queremos que todos nos vean como buenos, eso es pedir demasiado. Todos tienen sus propios oscurecimientos kármicos, sus propias huellas/impresiones. Algunos tienen impresiones muy burdas otros más sutiles, así que la gente tiene diferentes maneras de ver las cosas.
Luego el Karmapa resumió el significado de la décimo quinta buena acción con los siguientes cinco puntos:
- La adversidad y el sufrimiento son resultados del mal karma acumulado desde el tiempo sin principio del samsara, debemos creer en las causas y resultados kármicos.
La esencia del budismo es la causa y resultado kármicos. Siempre se habla de la causa y resultado kármicos. ¿Por qué experimentamos adversidad y sufrimientos en esta vida? Son el resultado de las malas acciones acumuladas en el pasado. No solo la adversidad y sufrimientos, pero también los placeres, felicidad y reputación, el sufrimiento y los problemas son resultado de nuestro karma. Nuestros resultados kármicos son el efecto de las acciones que hemos hecho en el pasado.
- Esta vida ha sido sufrimiento desde el inicio y no hay justicia. No sólo esta vida es injusta, todas las vidas son iguales.
Normalmente pensamos, “¿Cuál es la razón de que tenga que sufrir así? ¿Por qué me tratan con tanto desprecio? ¿Por qué me dejó mi amor? ¿Por qué mi familiar falleció? ¿Porqué tengo que tener una enfermedad tan horrible? ¿Por qué a mí y no a alguien más? ¿Por qué perdí mi trabajo? ¿Por qué tengo dificultades tan grandes?”
Nos hacemos estas preguntas porque creemos que esta vida es injusta y concluimos, “La vida no está bien, la vida no es justa. Algunas personas son ricas y otros son mendigos. Yo solo he hecho cosas buenas y, sin embargo, me siguen pasando cosas así.” Esto significa que no entendemos la naturaleza del samsara, no tenemos una creencia arraigada en la causa y efectos kármicos.
¿De dónde surgen el sufrimiento y la infelicidad? Las experiencias de sufrimiento e infelicidad son resultado del karma negativo que acumulamos en el pasado – esto pudo acontecer ayer, en la vida pasada, o en cualquier momento previo–. La mayoría de nuestro karma lo hemos acumulado desde vidas pasadas. Hemos tenido innumerables vidas pasadas, ni siquiera podemos saber cuál ha sido la primera. Si hemos tenido innumerables vidas pasadas, el karma que hemos acumulado en esas vidas también es incontable. Cuando pensamos que la vida no es justa, si pensamos en las situaciones de nuestras muchas vidas pasadas, sería posible pensar, “no hay nada que sea más justo que esto.” A esto nos referimos con causa y efecto kármicos. No hay nada más cierto que la causa y efecto kármicos.
- El sufrimiento y los obstáculos pueden acontecer incluso para seres como el Buddha y el Karmapa.
¿Cuáles son los límites de la justicia y la rectitud de la causa y efecto kármicos? Los diferentes renacimientos del Karmapa e incluso del Buddha Bhagavan también experimentaron sufrimiento. El vehículo fundacional dice que el cuerpo del Buddha fue el agregado del sufrimiento. El Theravada dice que el cuerpo del Buddha fue el verdadero sufrimiento, lo que significa que estos seres podrían experimentar sufrimiento, tener infelicidad, obstáculos y adversidad.
Por lo que hace a los diferentes Karmapas, la cantidad de adversidad y pesares que han experimentado son más frecuentes y más grandes que la mayoría de las personas ordinarias. Han quedado atrapados en un sinnúmero de conflictos, obstáculos y presiones políticas, ambientales y sectarias que la gente ordinaria no podría comprender.
Sin embargo, los Karmapas nunca se han sentido incapaces de seguir avanzando ni han querido darse por vencidos. Tiene el valor y prajña como nadie, así que han seguido adelante. No perciben todo esto como que la vida es injusta. Nunca han dudado de la causa y efecto kármicos -que todas las dificultades y sufrimientos que han experimentado ahora han sido el resultado del karma negativo del pasado-. Tienen certeza que la causa y efecto kármicos son justos, correctos y verdaderos. Con ese valor, sin importar qué evento ocurriera, desde lo más profundo ellos han sido capaces de aceptarlo y soportarlo. Nunca se han rendido en seguir el camino ni tampoco han dudado ni un poco en su amor bondadoso hacia los demás, ni en su fé y creencia hacia las Tres Joyas.
Los anteriores Karmapas veían la adversidad y las dificultades de manera diferente. Nunca cuplaron, acusaron ni guardaron rencor en contra de nadie, ni siquiera con los que atentaron contra sus vidas, porque esas personas no comprendieron el karma negativo que estaban cometiendo y tampoco supieron el terrible karma que les esperaría en el futuro. Los Karmapas han mostrado aún más amor y compasión hacia las personas que han sido controladas por su karma y aflicciones. Cuando la gente dañó o culpó a los Karmpas ellos nunca se enojaron. La adversidad hizo que estas personas se volvieran una causa de amor hacia los demás y de incrementar su bodhichita.
De entre los diferentes renacimientos del Karmapa, algunos aparecieron como airados o con mal carácter. Viéndolo desde afuera, parecían tener caracter estricto o rebelde. Pero en la realidad, eran como una madre amorosa con un carácter poco fuerte. Sus apariencias externas eran como una madre preocupada por que su hijo cometiera algún error en el camino, así que ellos se enojarían y les regañarían.
El Karmapa extendió la analogía aún más describiendo cómo bodhisattvas como Subhuti y Manjursri fueron llamados “juveniles” porque tenían un carácter infantil, natural y limpio, y no querían complicarse como los adultos. Así que los Karmapas que parecían enfadados eran como estos niños por dentro.
También hubo Karmapas con carácter apacible, que eran como madres que con amor y gentileza, sin importar cuántos errores cometieran sus hijos, los amaban aún más. Airados o pacíficos, los Karmapas tenía los mismos objetivos.
No hay nadie que no haya tenido sufrimiento y dificultades.
Si no creemos en la causa y efectos kármicos, veremos esta vida como injusta. Pero si pensamos a detalle, si no creyeramos en la causa y efectos kármicos en absoluto, ¿entonces cómo podríamos lograr nada? Tenemos un cierto grado de creencia en la causa y efectos kármicos. ¿Por qué los granjeros siembran? Si ellos no creyeran que sembrar te puede dar cosechas, entonces ellos no plantarían. ¿El esfuerzo que hacemos ahora produce un resultado? Hacemos las cosas con expectativas y esperanza. Si no fuera así, ¿sería posible que trabajáramos por algo? Sin la causa y efectos kármicos no habría esperanza ni recompensa en nada de lo que hiciéramos. Sin embargo, a veces “las vidas pasadas y futuras” se van tan lejos, y ya que no recordamos los eventos de nuestras vidas pasadas, nos preguntamos por qué nos pasan estas cosas hoy.
En las enseñanzas de la presentación de sufrimiento en las Cuatro Verdades Nobles, se dice que mientras estemos en el samsara, solo habrá sufrimiento, y no habrá siquiera un solo instante de placer. Los textos budistas hablan de muchos diferentes tipos de sufrimiento, burdo y sutil, pero en nuestras vidas los sufrimientos que experimentamos como los ocho tipos de sufrimiento, suceden simplemente porque estamos en el samsara. Nos sucederán. Sin importar cuánto intentemos evitarlos, no podemos detenerlos. Por esto es que practicamos el dharma. Por esto es que queremos lograr la liberación. Si no hubiera sufrimiento en el samsara y hubiera felicidad, ¿porqué tendríamos que practicar el dharma? ¿Por qué buscar la liberación? La vida humana y el samsara son sufrimiento desde el principio; no es sólo cuando experimentamos dolor y adversidades que experimentamos sufrimiento.
- Ya sea que las situaciones sean buenas o malas, esto depende de la mente.
Cuando tenemos dificultades, sufrimientos y adversidades en nuestras vidas, el punto más importante es que esto depende de cómo los miramos. Cuando analizamos una penuria o sufrimiento, dependerá de cómo la mente se relaciona con la situación.
Cuando surgen adversidades y obstáculos, el pesimista dirá: “¿Por qué a mí? ¨¿Por qué me culpan? Y sentirá que lo tratan de manera injusta. El optimista dirá: “Esta vida es el resultado kármico de vidas previas. Esto es una prueba en esta vida. Me estoy entrenando de verdad. Es una oportunidad para que purifique karma del pasado.”
Hay muchas situaciones en las que si solo pensamos en ellas para esta vida, parecerían muy grandes, pero si las vemos en términos de muchas vidas, las situaciones podrían parecer muy pequeñas entre todas las situaciones previas que hemos enfrentado.
Ya sea que las situaciones sean buenas o malas, esto depende de cómo pienses, y la manera en cómo lo mires. Por esa razón, tienes que cuidar tu mente. Tienes que ganar control sobre tu mente. Debes mostrar interés y prestar atención a cómo piensas sobre las cosas. La raíz de todo está en la mente.
- Cuando hay adversidades, podemos acumular vasto mérito.
Cuando hay adversidades o cuando estamos en un momento muy complicado en nuestras vidas, necesitamos entender que es como estar en el fondo de un barranco, y este es el mejor momento para acumular mérito. El “mérito” es como el agua que cae por el barranco y que debe fluir hacia un terreno más bajo, de modo que es el mejor momento para lograr la acumulación de mérito. Necesitamos considerar cuidadosamente cómo acumular mérito y no perdernos esa oportunidad.
Cuando tenemos adversidades, necesitamos reconocer que es la mejor oportunidad para acumular mérito y purificar obscurecimientos.
Cuando alguien nos daña, no debemos albergar pensamientos maliciosos hacia esa persona sino mantener una motivación benevolente. Esto multiplicará nuestro mérito exponencialmente.
Cuando hay adversidad, es una oportunidad increíble para entrenar nuestra mente. Como el Geshe Kadampa Langri Tangpa dijo, “La adversidad es un amigo espiritual.” Un auténtico amigo espiritual o lama significa alguien que puede cambiar o mejorar nuestra mente.
Si fueras un soldado, el mejor entrenamiento que podrías recibir es en la batalla. Si solo tuvieras experiencia entrenando en simulacros, sería completamente diferente de la experiencia que tendrías en una batalla real. Si siempre tuviéramos buenos tiempos, todos podrían verse como un buen practicante de dharma.
Las dificultades te permiten saber si tienes fe en las Tres Joyas y en los gurús. Cuando encontramos adversidad, sabremos si creemos en la causa y efectos kármicos y en ese momento sabremos si tenemos fe en las Tres Joyas y en los gurús.
El punto más importante es cuando estamos exhalando el último aliento. Tenemos que recordar que en este momento no hay nada más que hacer sino ponernos en las manos de las Tres Joyas y los gurús. En ese momento, la fe y las creencias harán que seamos capaces de enfrentar todos los terrores y sufrimientos, así que tenemos que prepararnos para eso ahora.
Los tiempos de adversidad son los mejores momentos para que mejoremos nuestra práctica. Es importante que no dejemos pasar la adversidad. No tenemos que ir a buscarla, porque un día llegará y cuando llegue no debemos perder la oportunidad. Es mejor que no tengamos adversidades ni sufrimiento, pero tenemos que estar preparados y no entrar en pánico de inmediato o perder el valor. Necesitamos tener más valor y aconsejarnos a nosotros mismos y no perder esa oportunidad. Esto es muy importante.
La diferencia entre los grandes seres y nosotros surge cuando enfrentamos sufrimiento y problemas. Los grandes seres a menudo tienen mayores adversidades porque tienen actividades más grandes y vastas. La diferencia más grande es que cuando vienen las dificultades, ellos enfrentan la dificultad y siguen adelante. Cuando nosotros tenemos adversidades, necesitamos aprender a enfrentarla y seguir adelante. Es por esto que necesitamos estudiar a los grandes seres y mirar sus historias de liberación.
El Gyalwang Karmapa mencionó que se acabaron las enseñanzas, pero que quería otorgarnos una transmisión oral a todos.
“Los grandes seres tienen grandes sueños y señales, pero yo nunca había tenido estas señales, nunca me había sucedido. Entonces, una noche de 2019, tuve un sueño en el que me encontraba con Kyabje Thrangu Rinpoche.” En el sueño, el Karmapa estaba haciendo una ofrenda de larga vida a Rinpoche y estaba recitando una plegaria de larga vida que le había escrito. Como se trataba de una conexión que no solía producirse, se asombró y al despertarse recordó buena parte de la oración de larga vida y la escribió. Dijo: “Kyabje Thrangu Rinpoche es uno de los lamas más grandes que, gracias a su bondad, ha hecho todo lo posible por las enseñanzas de los monasterios Kagyu”.
El Karmapa recordó que muchos lamas ya habían fallecido: Kyabje Bokar Rinpoche falleció a una edad temprana; Tengyur Rinpoche falleció; muchos de los otros lamas ancianos han fallecido; Khenpo Tsultrim Rinpoche no goza de buena salud. Sin embargo, Kyabje Thrangu Rinpoche sigue realizando sus actividades y dando enseñanzas. Todo el mundo debería alegrarse de esta buena situación, ya que Rinpoche es muy mayor, un gran ser, y es omo un gran tesoro. El Karmapa pidió que hiciéramos la aspiración: “Por favor, permanece mientras permanezcan los seres sintientes”.
También dijo que incluiría esta plegaria de larga vida con todas las oraciones por los seres sintientes que él recita, y entre ellas, diariamente hace oraciones para la larga vida del Dalai Lama, de sus hijos del corazón y por todos los grandes seres del Karma Kagyu. Las recita a diario porque: “Si estos grandes seres pueden permanecer habrá buenos tiempos, y eso sería muy bueno. Si no viven, experimentaremos sufrimiento. Por eso debemos recitar esta plegaria de larga vida para Thrangu Rinpoche”.
El Gyalwang Karmapa recitó la plegaria para la larga vida de Kyabje Thrangu Rinpoche.
Plegaria para la larga vida de Khenchen Thrangu Rinpoche
ཟག་མེད་ཡེ་ཤེས་དམ་པའི་བདུད་རི་ནི། །
sak me ye she dam pay dü tsi ni
Entre tus manos unidas en equilibrio,
འཆི་མེད་ཚེ་ཡི་བུམ་པར་འཁིལ་བའི་མཛོད། །
chi me tse yi bum par khyil way dzö
Tú sostienes el jarrón de la inmortalidad que contiene
མཉམ་ཉིད་ཟུང་འཇུག་ཕྱག་གིས་ལེགས་འཛིན་པ། །
nyam nyi sung juk chak gi lek dzin pa
el néctar de la sabiduría última no contaminada.
ཚེ་དབང་འོད་དཔག་མེད་པས་དགེ་ལེགས་སོལ། །
tse wang ö pak me pé ge lek tsöl
Señor de la vida Amitayus, concedes buenos auspicios
འཇིགས་མེད་ལྟ་བའི་གད་རྒྱངས་ཆེར་སྒོགས་ཤིང་། །
jik me ta way ge gyang cher drok shing
A lo largo y ancho haces sonar el rugido de la visión sin miedo.
ལུང་རོགས་ཆོས་ཀི་གཡུ་རལ་སིད་རེར་འབར། །
lung tok chö kyi yu ral si tser bar
Hasta el Pico de la Existencia brilla tu melena turquesa
Del dharma de la escritura y la realización.
མཁས་བཙུན་གྲུབ་པའི་ལུས་སོབས་ཡོངས་རོགས་པ། །
khe tsün drup pay lü top yong dzok pa
Has perfeccionado la fuerza física
eres erudito, venerable y consumado.
སྨྲ་བའི་སེང་གེ་ཁེད་ཉིད་འཚོ་གཞེས་གསོལ། །
ma way seng ge khye nyi tso she söl
León de la palabra, te pido que vivas largo tiempo.
རྒྱལ་དང་རྒྱལ་སས་ཐུ་བོ་ཆེ་རྣམས་དང་། །
gyal dang gyal se tu wo che nam dang
Por el poder de los victoriosos, de sus hijos,
ལྷ་དང་དྲང་སོང་གྲུབ་པ་རྣམས་ཀི་མཐུ། །
lha dang drang song drup pa nam kyi tu
de los dioses, los sabios y los siddhas, y por la fortaleza
བདག་གི་ལྷག་བསམ་དགེ་བའི་བདེན་སོབས་ཀིས། །
dak gi lhak sam ge way den top kyi
de la verdad de mis intenciones puras, que esta plegaria
ཇི་བཞིན་སོན་པ་གེགས་མེད་འགྲུབ་གྱུར་ཅིག །
ji shin mön pa gek me drup gyur chik
se cumpla sin ningún obstáculo.
བསན་པ་ཡོངས་རོགས་ཀི་དགེ་བའི་བཤེས་གཉེན་བཀའ་དྲིན་མཉམ་མེད་སྐྱབས་རེ་ཁྲ་འགུ་རིན་པོ་ཆེ་སྐུ་ཚེ་ཡུན་བརན་གི་སོན་ལམ་འདི་ཉིན་ཤས་གོང་གཉིད་ཀི་འཁྲུལ་སྣང་ དུ་སྐྱབས་རེ་རིན་པོ་ཆེར་བརན་བཞུགས་ཕུལ་བ་དང་། ཞབས་བརན་འདི་ལྟར་བྱས་པ་རིས། གཉིད་སད་ཚེ་ད་དུང་ཚིག་འགའ་དྲན་བཞིན་འདུག་པས། སིགས་མའི་དུས་འདིར་ སྐྱབས་གནས་འདི་ལྟ་བུ་ཡུན་དུ་བཞུགས་ན་བསན་འགོར་སན་ཡོན་ཆེ་བར་བསམ་ནས། ཨོ་རྒྱན་ཕིན་ལས་སུ་འབོད་པའི་སོབ་འབངས་བདག་གིས་སོན་པའོ། །
Esta plegaria por la larga vida de Kyabje Thrangu Rinpoche, el incomparablemente bondadoso maestro espiritual de todas las enseñanzas, surgió hace unos días en las confusas apariencias del sueño. Soñé que hacía una ofrenda de larga vida a Kyabje Thrangu Rinpoche y que rezaba así por su larga vida. Cuando me desperté, todavía recordaba algunas palabras. Pensando que en esta época degenerada, sería beneficioso para las enseñanzas y los seres que una fuente de refugio como él viviera mucho tiempo, yo, su estudiante y servidor Ogyen Trinley, escribí esta plegaria.