El ascenso de las monjas para desempeñar papeles destacados durante la temporada del Kagyu Monlam, ha coincidido con el inicio de un cambio trascendente para ellas: obtener los votos de ordenación monástica completa.
Años atrás, el Karmapa, se comprometió a abordar ambos retos dentro de la tradición Kagyu. Y los indicios de progreso no han pasado inadvertidos con el pasar del tiempo.
Las señales de avance del primer reto, relacionado con fomentar el liderazgo en las ceremonias y la educación de las monjas, no se vieron, si no que se escucharon, ya que al presidir y entonar las largas ceremonias, sus voces melodiosas perduraban; y del modo similar, al entablar debates de lógica sus firmes voces retumbaban, ante un público complacido.
Avances en el segundo reto se entendió cuando reinó el silencio majestuoso de las monjas ante el momento histórico por el que atravesaban.
En marzo 2017, un grupo de dieciocho monjas tibetanas y otras provenientes de las regiones de los Himalayas, caminaron ataviadas de sencillez y disciplina hacia la toma de los votos novicios, aquellos que les despejarían el camino para que algún día pudieran convertirse en bhikshunis —o monjas dotadas de la ordenación completa monástica budista—. Más tarde, en ese mismo año, otra monja también tomó los votos.
“Pienso que mediante el poder de nuestro Buddha compasivo y todos los grandes seres del pasado; a través del poder de Mahaprajnapati y de todas las grandes Arhats femeninas, se ha dado la oportunidad de otorgar los votos, y ahora tenemos que mantenerlos para que no se pierdan”, dijo el Karmapa durante la ceremonia de clausura en Bodhgaya.
Ciertamente, ha sido un largo y difícil camino hacia la restauración de los votos monásticos más altos para las monjas ha sido largo y difícil dentro de la tradición budista tibetana, incluso más difícil que obtener una educación avanzada.
Hay puntos de vista contradictorios, respecto de la existencia o no de los linajes de bhikshunis en el Tíbet, y si estás llegaron a desaparecer. Sobre este tema, tanto la erudición monástica budista como el mundo académico, han realizado elaboradas discusiones e investigaciones a lo largo de varias décadas sobre el tema. Sin embargo, líderes religiosos como Su Santidad el Dalai Lama y el Karmapa, han sostenido que la validez de la ordenación bhikshuni es importante para la preservación de la integridad de las enseñanzas del Buddha.
Por ello, durante varios años, Su Santidad el Karmapa ha dirigido investigaciones relativas a la restauración de los linajes bhikshun. Del mismo modo, el Karmapa ha reiterado que es muy probable que sí hayan existido bhikshunis en el Tíbet, durante el mandato del rey Trisong Detsun, el Karmapa ha reiterado; y, al menos durante la vida del famoso traductor, Rinchen Zangpo, quien se cree, tuvo una hermana que recibió la ordenación monástica completa de monja.
El Karmapa emprendió tal restauración invitando a un grupo especial de monjas pertenecientes a uno de los linajes ininterrumpidos de bikshunis, que se remonta al tiempo del Buddha, las monjas de la tradición Dharmaguptaka Vinaya, provenientes de Taiwán; quienes generaron un marco apropiado de adiestramiento y ritual para otorgar los votos a las monjas.
En la primera luna llena de marzo del 2017, a los pies del árbol bodhi, en Bodhgaya, estas monjas mayores, en su función de preceptoras, transmitieron los votos de novicia al primer grupo de monjas Kagyu.
A la mañana siguiente, Su Santidad el Karmapa se reunió con las novicias recién ordenadas cerca del árbol bodhi, para realizar plegarias por ellas y por el nuevo linaje de bikshunis de monjas budistas tibetanas que había nacido. Grupos de monjes y monjas, mujeres y hombres laicos; los rodeaban formando una media luna de color rojo y blanco.
Al concluir las plegarias y tras los discursos, el Karmapa señaló: “Esta es la primera vez que ofrecemos estos votos…”, “…Es importante preservar el linaje y la transmisión de las enseñanzas budistas para que no declinen o disminuyan.
Dentro de la tradición Dharmaguptaka Vinaya, las novicias del linaje Karma Kagyu mantendrán los votos por un periodo de tiempo determinado luego tomarán otros votos de adiestramiento y, posteriormente, después de un periodo de práctica, obtendrán los votos de ordenación completa. El Karmapa también ha expresado el deseo de crear una residencia para la comunidad de las futuras bikshunis.
Se ha dicho que la restauración del linaje de bikshunis tiene repercusiones más amplias dentro del budismo. El nuevo linaje restaurará una de las columnas de las enseñanzas budistas de la tradición tibetana. En sus discursos, el Buddha explicó que los cuatro pilares principales los conforman los monjes completamente ordenados, bhikshus; las monjas completamente ordenadas, bhikshunis, y los hombres y las mujeres laicos que observan ciertos preceptos espirituales.
Así que, durante las madrugadas de marzo, en las que las monjas novicias siguieron a sus preceptoras del camino de bhikshunis, silenciosamente ayudaron a avanzar el desarrollo de la equidad de género en el mundo.