La historia de liberación de Mikyö Dorje: enseñanzas del doceavo día, Arya Kshema

4 de marzo del 2021

Su Santidad inició comentando su preocupación por la salud de los monjes del monasterio de Gyuto en Dharamsala, debido al brote de covid de hace unos días (actualmente ya controlado). Nos relató que al llegar a India, fue en ese lugar donde residió durante casi 19 años, y estableció una conexión especial con este lugar, a pesar de que en esa época enfrentaba dificultades y dudas respecto a si habría sido correcto huir de Tibet. 

Recordó con agradecimiento la bondad, amabilidad y disposición que les brindaron a él y a todos sus acompañantes durante su permanencia en el monasterio y solicitó plegarias, para que este lugar y las personas que lo habitan estén libres de cualquier efecto dañino producido por la pandemia.

 

El gran maestro Tsongkhapa

Su Santidad habló sobre el gran maestro Tsongkhapa y la importancia de los monasterios Gelup para las enseñanzas budistas, hizo un esbozo sobre este linaje y compartió anécdotas y comentarios sobre Tsongkhapa, algunos de sus estudiantes, y su relación con el linaje Kagyu. Aclaró que Tsongkhapa nunca refutó los principios Kagyu: “cuando estaba hablando de las etapas de meditación, decía que las explicaciones de las recitaciones más claras de los tantras madres y padres, provienen de las instrucciones de ‘Las seis yogas de Naropa’; y la visión, la meditación y la conducta son básicamente similares a la presentación kagyu. Tienen diferente terminología, pero el punto de vista y la presentación es igual, y no hay ningún ejemplo en el que podemos ver que Tsongkhapa expresara que no le gustaban o no estaba complacido con los kagyus”.

Expresó que hubo muchas enseñanzas del maestro Tsongkhapa a las que algunos seguidores no le dieron mucha importancia y por este motivo se originaron contradicciones en cuanto a las tradiciones.

Texto raíz de la 6ta acción virtuosa:

A excepción del verdadero refugio, las Tres Joyas,

no obtuve convicción refugiándome en otros.

Las Tres Joyas conocen de toda felicidad y sufrimiento.

En los demás, no tuve ni un ápice de soporte, ni de esperanza.

Pienso en esta como una de mis acciones virtuosas. (6)

Sobre la vida y reflexiones de Mikyö Dorje, nos dijo que desde su juventud, él tenía en mente la muerte, la impermanencia y el sufrimiento del samsara, con tanta intensidad, que le producían insomnio. Decía que la transitoriedad es momentánea, que las cosas no perduran de un instante a otro y perecen en un instante, no significan nada más; desde el momento en que surgen naturalmente perecen, no requieren de otra condición para desaparecer.

Mikyö Dorje llegó a no tener apego a esta vida, descubriendo que no importaba con quien uno se asocie, las relaciones que pueda crear, al momento de la muerte estas cosas carecen de sentido. Sin importar si era un lugar bueno o una casa bonita, él siempre los veía como si estuviera en una posada u hotel, en el que se quedaba por unos días. Tenía ese sentimiento de impermanencia muy presente, nunca dijo ‘este es mi lugar, me voy a quedar aquí’, no tuvo esa sensación dentro del mismo. Mikyö Dorje simplemente hablaba del deseo de liberación y de su cansancio hacia el mundo.

Su Santidad nos dijo que este verso tiene que ver con tomar refugio y el lograr hacer una conexión muy profunda.

Texto raíz de la 7ma acción virtuosa:

Habiendo comprendido que cualquier sufrimiento

surge como resultado de mis propios errores,

me fue imposible, en esta vida, concebir ni completar

en principio, medio y fin, acciones no virtuosas.

Pienso en esta como una de mis acciones virtuosas. (7)

Resaltó la importancia de tomar refugio de una manera genuina y generar una confianza absoluta en él. Si analizamos de una manera directa y honesta lo que enseñó el Buddha sobre el karma, entenderemos que las kleshas y las aflicciones nos causan daño y nos dañan, y acumular sus antídotos es la virtud que nos beneficiará.  Por ello Buddha enseñó la presentación del karma y sus resultados, pero si no estamos realmente convencidos de esto, desde el fondo de nuestros corazones, si pretendemos tener conocimientos del refugio, pero en la práctica creemos que los resultados de la felicidad y el sufrimiento se basan en someter a los enemigos y cuidar a los amigos, entonces no hay certeza en llamarnos budistas. 

 

Ejemplificó cómo la mente parcial no nos permite tener un acercamiento genuino y una práctica correcta del Dharma. 

Comentó que cuando Mikyö Dorje comenzaba algo, sin importar si era una acción menor o mayor, siempre se encomendaba de todo corazón y por completo a los gurús y a las Tres Joyas. Nunca hizo algo contradictorio a las enseñanzas, ni culpaba a los demás. Si ocurría algún daño o sufrimiento, no culpaba a nadie, simplemente decía que era resultado de acciones pasadas. Cuando ocurría algo placentero o auspicioso, decía que era gracias a la bondad de las fuentes de refugio: el gurú y las tres joyas, y lo decía con certeza. Desarrolló la confianza y el conocimiento de que era el resultado kármico de las cosas. Así, Su Santidad nos recomendó que más allá de orar fervientemente a las tres joyas, no deberíamos depositar nuestra confianza en otras fuentes.

 Relató algunas anécdotas sobre Mikyö Dorje que nos permiten comprender el nivel de conexión, confianza y compromiso que tenía en el Refugio y la comprensión profunda del karma: una vez, Mikyö Dorje tenía una enfermedad y dijo ‘¿Qué mala acción hice para que una enfermedad como esta me pase? Al escucharlo, un Lama que estaba cerca a él le dijo: ‘Su Santidad es un Buddha. Usted es un nirmanakaya, por favor no diga eso. Si habla así, algo va a ocurrir, así que por favor no se queje de esa manera.  A lo que Mikyö Dorje respondió: ‘No hay otra verdad más que la causa y el efecto kármico. Si no hubiera acumulado malas acciones en el pasado, ¿cómo podría ocurrir una enfermedad como esta?’ 

Cuando ocurría cualquier desgracia o evento auspicioso referente a esta vida, él decía: esto eso es bueno, deja que pase lo que pase y actúa con cuidado; y estaba muy tranquilo. Y cuando iban con Mikyö Dorje y tenían preocupaciones, él les decía: no hay problema, está bien, deja que pase lo que pase, y de inmediato la gente se sentía a gusto y tranquila, de pronto la tensión se disipaba.

 

La confianza de Mikyö Dorje en el dharma

Las personas que rodeaban a Mikyö Dorje daban testimonio respecto a sus logros, y cómo ellos se manifestaban en las actividades cotidianas. Un año hubo muchos terremotos en diferentes áreas de Tibet, en la región donde estaba el campamento, y todos pensaron que fue gracias a la bendición de Mikyö Dorje, porque él residía allí, que no ocurrió ningún daño. Igualmente, durante un incendio forestal en Kompo, éste llegó al borde del campamento, y el fuego se apagó por sí solo.