La vida de liberación de Mikyö Dorje: enseñanzas del onceavo día, Arya Kshema

28 de febrero del 2021

 

Su Santidad comenzó hablando acerca del quinto verso de Las Acciones Virtuosas: 

De acuerdo al índice temático:

“Renunciando a esta vida puesto que la impermanencia se ha arraigado en su ser”.

Observé que todos los seres superiores e insignificantes,

Como el flujo de un río, deben morir desnudos y sin posesiones.

Reflexioné ¿cómo tendrán la oportunidad de surgir 

los ocho dharmas mundanos de esta vida incluso en sueños?

Pienso en ésta como una de mis acciones virtuosas. (5)

El significado es muy similar al del quinto verso de La Alabanza: Buscó exhaustivamente. Trata de la generosidad trascendente, el amor compasivo y el esfuerzo gozoso de no tener aferramiento:

A aquel que con renuncia completamente pura,

inseparable de la mente del amor y de un fuerte anhelo de compasión, 

continuamente entristecido por el sufrimiento y sus causas,

reflexionó en la certeza de la transitoriedad. A él le suplico. (5)

Mikjö Dorje escribió en las Instrucciones para entrenar en las historias de liberación, que utilizar nuestro cuerpo, palabra y mente en acciones sin sentido de esta vida, es realmente una pérdida. Nuestra vida y posesiones no permanecen, cambian constantemente. Los amigos, las riquezas, los lugares, son transitorios. Nuestro cuerpo se desgasta momento a momento, y nos resulta incómodo ver cómo se desvanece con el tiempo y con la muerte. La fama, las posesiones que hoy tenemos son resultado del karma del pasado, no debemos desperdiciar tiempo en ello. Si contamos con capacidades en esta vida, debemos utilizarlas pensando en nuestras vidas futuras, para terminar con el sufrimiento en esta y en las próximas vidas.

Es necesario abandonar las acciones sin sentido. Los grandes lamas del pasado consideran que prácticamente todo lo que hacemos relacionado con esta vida carece de sentido, ya que esta vida es muy corta.

Aquello que puede tener sentido para nosotros, para los grandes lamas del pasado no lo tenía en absoluto.

Su Santidad contó una historia de Geshe Potowa y Geshe Chokyi Oser. Ambos eran gueshes kadampas muy famosos que enseñaban el Dharma. Un día, los estudiantes comentaron Gueshe Chokyi Oser, que cuando recibían enseñanzas de Potowa tenían un entendimiento mucho más profundo en su mente, una confianza o fe distinta, que no conseguían experimentar con él. Él se sintió extrañado, pues ambos maestros conocían bien el Dharma. Así que fue a escuchar sus enseñanzas y con sorpresa vio que experimentaba un mayor entendimiento, de cosas que creía dominar. Se acercó y le preguntó por qué ocurría esto. Gueshe Potowa le dijo que cuando enseñaba el Dharma, él ‘apuntaba la flecha hacia adentro’, su propósito era que su enseñanza ayudara a la mente de sus estudiantes, siempre con la intención de beneficiarlos, por lo que el entendimiento obtenido era distinto. 

Así, podemos comprender de maneras muy distintas. Aunque nosotros no lo podamos creer, para los gurús realmente nada de lo que hacemos en esta vida tiene sentido.  Generalmente todo lo que hacemos para satisfacer los deseos de comida, ropa, fama, posesiones, estatus, no tienen sentido; experimentamos celos cuando otros tienen más que nosotros, y anhelamos más; cuando otros son nuestros iguales nos volvemos competitivos, y cuando alguien tiene menos, sentimos desdén.  

La naturaleza de Mikyo Dorje era distinta a la gente común. No ponía su esfuerzo sólo para esta vida. Tenía gran compasión por aquellos que experimentaban problemas generando incluso el sentimiento de que eran propios; cuando les iba bien, se deleitaba por ellos y se sentía feliz. Cuando escuchaba que había conflictos entre gurús, se preocupaba mucho, como si hubiera tenido una gran pérdida; pero si escuchaba que en un monasterio la práctica y la escucha del dharma iba muy bien, se regocijaba ampliamente.

No le gustaba la gente que se enfocaba en las cosas mundanas de esta vida, le agradaban quienes practicaban con buenas intenciones y dedicaban su tiempo al dharma. Las personas a su alrededor llegaron a criticarlo por no ser como los anteriores karmapas, quienes se convirtieron en gurús de los emperadores chinos y recibían muchos respetos por donde quiera. A él no le interesaba el poder mundano, ni la admiración. Afirmaba que merecedor de respeto era quien tuviera gran bodhicitta, no otra cosa. Decía que era necesario hacer todo lo posible para que la fama decreciera.  Iba de un lugar a otro con su campamento para poder ser de mayor beneficio y no para ser famoso, llegando a lugares aislados para influenciar a más personas. Su intención real era dejar de lado todo, como Milarepa, que se quedó en un lugar donde no había nada y no tenía ningún deseo.

No usó los tesoros del Karmapa, ni dejó a sus monjes utilizarlos, convencido que no necesitaban cosas suntuosas, como ropas de seda, etc.  Prefería estar en el Tíbet Central, donde se decía que la gente tenía poca fe, y menos cosas para ofrecer, pero estaba seguro de que habría menos ‘comidas contaminadas’ y menos acciones negativas, que en lugares donde todo era lujoso, bello, excelente y suntuoso.

No acumulaba cosas; aunque le brindaban muchas ofrendas, él las ofrecía a otros. En el campamento no había mucho qué comer y tomar, y permitió que se fueran aquéllos que así lo desearan. 

Estaba convencido de que las posesiones con las que se cuenta en esta vida son resultado del karma de vidas pasadas, así que, si alguien no tiene el karma de poseer cosas en esta vida, por mucho que lo intente, no podrá tenerlas. 

Si nos concentramos en las siguientes vidas y en hacer virtud, tendremos suficiente para esta y otras vidas.  No usemos el cuerpo, palabra y mente sólo con el propósito de esta vida, eso no tiene sentido. 

Aunque algunos sintieron que Mikyo Dorje perdió la influencia política y religiosa que habían ganado otros karmapas, si pensamos en términos de Dharma, hizo todo tal como se muestra en las enseñanzas. 

Finalmente, Su Santidad habló sobre la sexta acción virtuosa de Los versos autobiográficos: Las acciones virtuosas. El séptimo de los preliminares,     

Ir por refugio a las Tres Joyas, que no engañan:

A excepción del verdadero refugio, las Tres Joyas, 

no obtuve convicción refugiándome en otros.

Las Tres Joyas conocen de toda felicidad y sufrimiento.

En los demás, no tuve ni un ápice de soporte, ni de esperanza.

Pienso en esta como una de mis acciones virtuosas. (6)

Explicó que en las instrucciones Entrenar en las historias de liberación escritas por Mikjö Dorje, se dice que, si se trabaja no solo para el beneficio de esta vida, sino para las otras, obtendremos también abundancia en esta vida, puesto que toda la felicidad y beneficio viene para nosotros mismos y para otros cuando se tiene la motivación de proteger a otros del sufrimiento. Si buscamos mayor placer para nosotros, mayor daño haremos a otros y el karma negativo regresará a nosotros.

Las Tres Joyas nos dan el entendimiento de cómo funciona la causa y el efecto, la gente que no tiene virtud no lo puede entender, pero si logramos generar convicción en el karma, naturalmente, nos esforzaremos por encontrar felicidad en esta vida y en vidas futuras. La fuente de toda felicidad en esta vida es la bondad de las Tres Joyas, son un refugio seguro, si tenemos confianza en ellas, sabremos que no hay otra manera de protegernos, y podremos ayudar a otros. Esta convicción en las Tres Joyas nos permite saber que, si no podemos ayudar a otros, al menos podemos no dañarlos, y así tampoco otros podrán dañarnos a nosotros, sino solo darnos beneficio.