La vida de liberación de Mikyö Dorje: enseñanzas del noveno día, Arya Kshema
26 de febrero de 2021
Su Santidad dio la bienvenida a todas las personas presentes, y comenzó explicando el cuarto verso de La alabanza: Buscó exhaustivamente, cuya temática, de acuerdo al comentario del 5º Shamar, es:
Cómo es que no estaba apegado a esta vida.
Reconoció desde lo profundo del corazón, y no en meras palabras,
como la opulencia y la fama de esta vida están desprovistas de sentido
dio ejemplo sobre el hastío y la carencia de deseo vehemente
Y recordó su futilidad. A él le suplico.
Nos dijo que toda la felicidad, los amigos, las riquezas de los tres reinos del samsara, no tienen significado, y no tiene caso desearlos, sino que deberíamos estar satisfechos con recursos simples como comida y ropas.
Esto tiene el mismo significado de la cuarta acción virtuosa. En el pasado alguien dijo: La razón por la que sufrimos en samsara es porque estamos engañados por todas las cosas agradables que tiene. Una persona no entendió lo que dijo el gurú y pensó que todas las cosas placenteras del samsara eran malas. Esta persona tenía un amigo cuyo nombre significaba “Las cosas buenas del samsara” y al terminar la enseñanza, decidió ir a matarlo; lo golpeó muy fuerte sin que éste se percatara de lo que pasaba. Esto, nos dijo, pudiera parecer un chiste, pero nos invita a reflexionar que muchas veces pensamos que todo lo malo es externo a nosotros. Necesitamos el ojo de la sabiduría para buscar dentro de nosotros y entender que los problemas no están fuera. Si buscamos algo que está en nuestra cara, necesitamos vernos en un espejo, pero si tenemos el ojo de la sabiduría, sólo ahí podremos ver nuestra verdadera situación.
Su Santidad continuó diciendo que, a la edad de 14 años, Mikyö Dorje recibió una carta del Emperador Ming invitándolo a China. Esta situación no fue algo casual, pues previamente otros Emperadores Ming habían enviado decretos y ofrendas a Karmapas anteriores.
Particularmente el 5° Karmapa, Deshin Shekpa, fue a China y conoció al Emperador Yongle, de la Dinastía Ming y realizó muchas acciones milagrosas ahí. Muchas personas afirman que esta era una relación de tipo político, en función al rango y al título que se le daba al Karmapa. Sin embargo, la apariencia externa del encuentro entre ellos no se considera lo importante, sino el tener un profundo entendimiento de esta relación en términos de Dharma.
El 5° Karmapa nació en la región de Nyang Dam (hoy Condado Kompo Ñanga). Su padre era Guru Rinchen, y su madre Barasa Lhakyi. Nació en el año de la Rata de Madera (1384), en el día 18 del sexto mes lunar. Quien lo reconoció como la reencarnación del previo Karmapa, fue Kenchen Lodro Gyaltsen y su principal maestro fue el segundo Shamar Khacho Wangpo. Se dice que era la reencarnación de uno de los 16 arhats. Tomó la ordenación monástica y los votos completos a los 14 años, de Khenchen Sönam Sangpo, en presencia de más de 80 monjes. La historia tibetana dice que fue la ordenación con la mayor cantidad de Sangha, y la más pura.
Él recibió muchas enseñanzas de su khenpo, quien tenía mayor fe en Deshin Shekpa que en cualquier otro estudiante, y escribió alabanzas para él. Después Kashipa Rinchen Pal lo invitó al campamento de Sangpu, pasó los exámenes en 4 textos distintos, estudió las escrituras a profundidad y siguió a gurús muy importantes como Gungpa Rinchen Pal, Khenchen Gyaltsen Pal, Khenchen Yönten Lodrö, and Gya Sangye Wangchuk.
Cuando tenía 21 años el Emperador Ming lo invitó a China, donde estuvo alrededor de 3 años. Él vivió hasta los 32 años. El khenpo con el que tomó los votos le dio el nombre de Choepal Sangpo, pero el Emperador le dio el nombre de Tathagata Rey Precioso del Dharma (en español), y así fue como se dio a conocer como Deshin Shekpa o Rey Precioso del Dharma. El año en que falleció fue 1415 en el 15º día del octavo mes lunar en el año de la oveja de agua en el palacio de Potala.
Las razones por las que el Emperador Yongle invitó a Deshin Shekpa se describen en el manuscrito llamado “Los cuentos de los tres hermanos”. Se le informó al Emperador que había un gurú llamado Karmapa que era diferente a cualquier otro, así que envió a su ministro para invitarlo, motivado por su esposa, quien tenía mucha fe en el Dharma. En el decreto de invitación el Emperador le expresó que le gustaría dar paz a su reino y traerle buena fortuna, y siendo él un ser inseparable de las enseñanzas del Buda, podría acudir a China para expandirlas. Los padres del Emperador habían fallecido hacía mucho tiempo, y lo invitaba también para hacer un ritual que beneficiara a todos los muertos, como los rituales de purificación.
Deshin Shekpa aceptó y llegó cinco años después, en el 12º mes chino, a la entonces capital de China, Nanjing. El Emperador fue a recibirlo, a pesar de que muchos ministros quisieron detenerlo ya que se veía como “degradante” que un Emperador brindara tantos respetos a un Karmapa, y aunque no se postró ante él, sí juntó sus palmas y preparó un gran festín, con regalos valiosos, como si fuera un rey de ese tiempo. Su visita inspiró a muchos, acudieron grandes personajes, panditas, y más de diez mil monjes chinos. Además, como llegó en el año nuevo, las celebraciones fueron mayores y le dieron el lugar de honor. Deshin Shekpa tenía solo 22 o 23 años y el emperador tenía 47, además de gran experiencia política. Uno era un líder político y el otro un líder religioso.
Durante la visita, se realizaron ceremonias para purificar los oscurecimientos de los ya fallecidos, sobre todo en la guerra; y también para todas las personas vivas se hizo el Mandala, con 20 mil monjes chinos. Participó el Emperador personalmente y ofreció bufandas de seda para todos, y por muchos días los emperadores y otros lamas fueron a recibir empoderamientos.
En las ilustraciones del texto “El Maravilloso decreto” se describen los eventos de la visita del Karmapa, a quien se le dio el título de Maestro de todas las enseñanzas del Buda en la tierra, con excelente sabiduría, que ha llegado a la iluminación, y es el victorioso de las 10 direcciones y las acciones perfectas.
El Emperador decidió obsequiar a Deshin Shekpa un sello de jade, siendo que en China las piedras preciosas estaban más valoradas que el oro y la plata. Hizo esto aún a pesar del descontento de todos los ministros. La gran cantidad de eventos milagrosos que realizó el Karmapa, logró que el Emperador tuviera incluso más fe. Así, le escribió 21 cartas que demuestran cuán profunda era su relación y conexión entre gurú y estudiante. Así también, estando Deshin Shekpa en la montaña de Wutai, cuando fue el cumpleaños del Emperador, le envió una ofrenda con una carta que lo hizo recordar las ceremonias y los milagros que había realizado.
El Karmapa estaba buscando soledad y no quería distracciones, y pidió permiso al Emperador para quedarse en la montaña de Wutai, pero el Emperador quería que se quedara en Nangjin; insistió tanto que le envió a un séquito para acompañarlo al templo de Shangton donde estaban las reliquias del Buddha en la estupa; este monasterio fue ofrecido al Karmapa como residencia. Cuando fue con el Emperador a hacer sus rituales a este templo, ocurrieron muchas actividades milagrosas. Rezó en el monasterio y más signos auspiciosos aparecieron. El Emperador tenía grandes deseos y aspiraciones, pensaba en su país de tan buena manera como en el Karmapa.
En el 5º mes, el día 18, en el cumpleaños del Karmapa, el Emperador escribió un verso: Cuando Deshin Shekpa llegó al mundo, lo llenó como la luz del sol. Es considerada una alabanza muy importante.
Recordando que la primera persona que le pidió al Emperador que invitara a Deshin Shekpa fue la reina, quien amaba profundamente a su esposo. Cuando ella murió, el Emperador volvió a llamarlo para realizar los rituales funerarios, y prometió no volverse a casar. Ella había tenido un sueño donde Avalokiteshvara escribía un Sutra, que recordó claramente al despertar y lo escribió. Cuando lo mostró a Deshing Shekpa, él consideró que estaba muy bien. Así, como memorial para la reina, el Emperador imprimió muchas copias de ese Sutra.
Cuando los mongoles tomaron el Tíbet hubo una alianza entre los mongoles y el linaje sakya. Deshin Shekpa se sintió incómodo cuando el Emperador chino decidió declarar la guerra. El Emperador le hizo la recomendación de hacer de todos los linajes uno solo, así Tíbet podría tener dos sedes y un gran festival cada año. Pero Deshin Shekpa sabía que eso no funcionaría, ya que los linajes deben ser muchos, para que cada persona pueda entenderlos y practicarlos, tal como el Buda lo planeó con toda compasión. Finalmente su intención era dar bienestar y felicidad a todas las personas.