Enseñanza de primavera, Arya Kshema, 2022: Elogios autobiográficos de Mikyö Dorje – Día 4

25 de marzo, 2022

 

La décima segunda de las Acciones virtuosas

Su Santidad continuó su enseñanza con la doceava estrofa de los versos autobiográficos Acciones virtuosas de Mikyö Dorje, basándose en el comentario de Sangye Paldrup acerca de métodos para meditar en la bodhicitta relativa. Esta tiene dos secciones: intercambiarse con los demás en la meditación y tomar la adversidad como camino en la post meditación. Esta última tiene, a su vez, diez subdivisiones. Su Santidad ya había hablado de la primera: Tomar el agotamiento de las posesiones como el camino. El día de hoy presentó la segunda: Tomar el daño como el camino. 

 

Tomar el daño como el camino

De los versos autobiográficos Acciones virtuosas de Mikyö Dorje esta es la duodécima estrofa:

 

Pensé: “Aunque otros, sin motivo, paguen mi amabilidad con daño, 

que este resultado madure en mi propio continuo mental,

y así, mi enemigo nunca lo experimente”.

He dedicado toda la virtud para su beneficio.

Pienso en esta como una de mis acciones virtuosas. (12)

 

Muchos de nosotros pensamos en la época en la que vivió Mikyö Dorje y creemos que fue una época muy afortunada con menos conflictos. Creemos que la gente en esa época tenía una gran fe y devoción por los gurús, que se postraban ante ellos, les hacían ofrendas y no les criticaban. No como actualmente que vemos a los gurús y los consideramos como nuestros iguales. 

Pero la situación era totalmente diferente. Al examinar la vida de Mikyö Dorje podemos ver que no fue así. Durante su vida temprana, hubo una disputa sobre si Mikyö Dorje era realmente el Karmapa o no, y desde entonces hasta que murió, surgieron muchas dificultades. Hubo controversia dentro del Karma Kamtsang, dentro de la tradición Kagyu y conflictos con otras escuelas tibetanas. 

El Karmapa Mikyö Dorje cuidó de muchas personas brindándoles comida, suministros, bienes, riqueza y amabilidad. Las personas debieron sentirse agradecidas con él, pero muchos pagaron su bondad de manera incorrecta.  En ocasiones fue acusado falsamente y se encontró con una hostilidad injustificada. Personas con malas intenciones trataban de hacer cosas para dañar a las comunidades monásticas del Karmapa, incluso a sus asistentes, y a su círculo cercano. Veremos cómo reaccionó ante quienes quisieron dañarle. 

Hay un libro de Mikyö Dorje llamado Historias de Instrucciones para entrenar en la Liberación. Y allí se encuentran instrucciones para seguir su ejemplo.

Muchas personas lejanas y cercanas quisieron causar daño y obstáculos a Mikyö Dorje y a sus actividades para difundir el dharma. Podemos llamarlos maras. Mikyö Dorje pensaba que, puesto que desde tiempo sin principio hemos estado en el samsara, cuando estos maras le causaron daño se debía a que él les había causado daño anteriormente por su propio karma y aflicciones. Y que esto era solo la causa y el efecto, pues de lo contrario, no habría ninguna base ni causa para que le hicieran daño. Les habría sido imposible causarle daño si no hubiese generado ese karma. 

Así, debemos prestar atención a la razón por la cual los otros nos causan daño. Puesto que tenemos mucho karma negativo que madurará y que seguramente experimentaremos, y estos oscurecimientos son los que nos impiden renacer en los reinos superiores y obtener la liberación, debemos volver nuestra atención hacia adentro. Esforzarnos en limpiarlos de modo que no sigamos dañando a los demás y terminemos con este giro continuo de la rueda de daño y sufrimiento. 

Si nos dañan, tenemos que asegurarnos que la maduración de esto no continúe. La mejor manera de pararlo, es que sin importar cuánto daño nos causen los demás, mientras estamos en el camino tratando de beneficiar a los seres, debemos verlo como una forma de acumular mérito. Tanto para los bodhisattvas, como para los maras. No importan todos los obstáculos que otros nos den, simplemente se convertirán en una forma de acumular méritos y en una causa para alcanzar la iluminación. 

Así, habremos cambiado una mala condición en una buena condición y una buena causa. A su vez, no seremos dañados. Para la otra persona no habrá una maduración completa en la siguiente vida como la que generalmente proviene de dañar a otros. Esto es algo que los maestros del pasado han dicho una y otra vez. 

En las escrituras provenientes de las enseñanzas del Buddha, se dice que cuando los maras crean obstáculos y problemas para los bodhisattvas, estas circunstancias incrementan la acumulación de mérito tanto para el bodhisattva como para el mara. Tenemos que poder entrenar en la amplia conducta del bodhisattva; este es el punto principal expresado en las Instrucciones sobre el Entrenamiento en la Historia de la Liberación de Mikyö Dorje .

 

Una actitud amorosa hacia los seres hostiles 

Mikyo Dorje nunca pensó de mala manera acerca de las personas que lo dañaron, a quienes no les agradaba, ni en quienes devolvieron con daño su bondad. Tampoco pensaba que deberían morir o enfermar por lo mal que lo habían tratado. De hecho, él tenía un afecto especial por estas personas.  No les reclamaba: “Te ayudé de esta manera en el pasado, ¿Por qué me tratas así ahora?”. Nunca creyó que él tenía la razón mientras aquellos estaban equivocados, ni los acusó de ser malas personas mientras afirmaba que él era bueno. Nunca puso la culpa en otros. De hecho, los trató con amabilidad y con un cariño particular. 

Hizo aspiraciones tales como: “Que aquellos que han sido ingratos conmigo no experimenten una maduración del karma negativo que solo puede ser sufrimiento. Que esa maduración del sufrimiento no madure en ellos sino en mí”. 

Un ejemplo de esto, es el de un hombre llamado Lhatse. Mikyö Dorje lo trató muy bien y le envió muchos regalos, parte de las ofrendas que él recibía se las enviaba a Kham. Sin embargo, Lhatse generó muchos problemas en el monasterio de Tsurphu. Cuando Mikyö Dorje escuchó que Lhatse había tenido una muerte terrible, nunca pensó: “Se lo merecía“. No sintió alegría o satisfacción por su muerte, y nunca pronunció palabras insultantes en absoluto. Más bien dijo que Lhatse había pasado por un momento difícil, y que estaba controlado por su karma y sus aflicciones. Pensaba en todos aquellos envueltos por la oscuridad del engaño, ardiendo con el fuego del odio y esclavizados por sus aflicciones. Acumulando karma negativo y en quienes no les queda nada más que experimentar la terrible maduración del karma. Mikyö Dorje se sentía muy ansioso por ellos, invocaba a las Tres Joyas y lloraba. Esto fue comentado en un escrito por su asistente Sangye Paldrup.

Mikyö Dorje no solo fue un lama conocido en términos del dharma, también tenía autoridad en el campo de la ley para actuar como juez. En el tiempo del Gran Campamento tenía gran influencia en muchas partes de Tíbet. Hoy en día los lamas no tienen autoridad secular, pero en ese tiempo el gobierno era distinto. 

El Karmapa tenía gran poder tanto como autoridad espiritual, como autoridad legal para actuar como juez. Tenía el poder para castigar a todos aquellos que no le escuchaban, que eran arrogantes o que actuaban incorrectamente con multas, castigos físicos o incluso la ejecución. Podría haber castigado a algunos o premiado a otros. Podría haber tenido reglas estrictas para imponer la ley mundana o preservar las enseñanzas del dharma.

 Sin embargo, Mikyö Dorje no actuó así. No puso en problemas a quienes actuaron mal, ni les castigó porque no quería que sufrieran o fueran infelices. Pensaba: “Si ellos mismos pudieran tener el antídoto de los Cuatro Poderes para arrepentirse y para purificar esto…”. Pero no usó la ley del Gran Campamento ni alguna ley para generarles problemas de manera directa o indirecta. 

Pensaba que cuando castigas a alguien le causas gran sufrimiento. Se preocupaba por sus necesidades y sus sentimientos. Desde lo más profundo de su mente nunca sentía ningún prejuicio, apego u odio hacia otros. 

Mikyo Dorje era un lama sin sesgos, no sectario. Sin hacer ningún esfuerzo en particular, su mérito y fama se extendieron vastamente. Como resultado, algunas personas de otras escuelas y linajes se pusieron celosos y molestos con él, acusándolo y criticándolo injustamente. Impedían, presionaban o causaban daños para que las personas no fueran a verle, brindarle ofrendas o tener audiencias con él. Su Santidad señaló que esto es algo que él entiende ya que lo ha experimentado en su propia vida.

Cuando Mikyö Dorje tenía alrededor de 33 años fue a Ü-Tsang en el Tíbet Central a ver la estatua de Jowo Shakyamuni que está en Lhasa y que es la estatua más sagrada para los tibetanos. No pudo ver la estatua debido a los muchos problemas e impedimentos que le causaron algunas personas y escuelas que le tenían mucho rencor. 

Cuando tenía 40 años, un muy importante regente en el Tíbet, llamado el Señor de Pakdru ofreció darle al Karmapa el monasterio de Sulpu y le pidió ir a la región y liderarlo. En el tiempo de Je Tsongkhapa habían seis monasterios importantes en la región de Ü, que eran centros para el estudio del budismo y Sulpu era uno de ellos. Antes de mostrar una fotografía de las ruinas del monasterio, Su Santidad explicó que Mikyö Dorje no quería ser el administrador del monasterio. Sin embargo, debido a la importancia del Señor Pakdru, no pudo rechazar la oferta. Miembros de la sangha de otras tradiciones tomaron las armas para impedir que Mikyö Dorje entrara en su territorio, acusándolo de ser una emanación de un mara y de querer entrar para quitarles su lugar. Aun así, Mikyö Dorje nunca perdió su actitud amorosa hacia los seres hostiles y les dió ofrendas, y les brindó sustento. 

Decimos que los oprimidos se preocupan por su propio sufrimiento, pero los seres nobles se preocupan por los demás debido a que saben que esas personas experimentarán sufrimiento. 

Al preguntarnos cómo es que los seres pueden actuar de maneras dañinas, Su Santidad explicó que en esta era degenerada, los maras y los espíritus que van en contra del dharma pueden tener una gran influencia sobre los demás, poseerlos y cambiar la forma en que las personas piensan. Incluso hacer que actúen peor.

 Su Santidad explicó que es posible que no podamos ver estos espíritus y maras con nuestros ojos, pero que sí intentan cambiar a personas especialmente poderosas e influyentes. Controlados por su karma y sus aflicciones, dañan a otras personas y a las enseñanzas y no se les puede culpar por sus acciones. 

Mikyo Dorje iba a lugares aislados, trataba de evitar encontrarse con muchas personas y discípulos para que no generaran más negatividades. Suplicó para que los efectos kármicos de las malas acciones maduraran en él y los resultados de sus acciones puras, aspiraciones y plegarias maduraran en los demás. Dedicó su virtud a los seres malignos que lo amenazaron o lo dañaron. Mikyö Dorje escribió que esta era una de sus Acciones virtuosas.

 

las Historias de Liberación de los Gyalwang Karmapas y sus coincidencias

Las causas principales y las circunstancias de los conflictos existentes entre los diversos lamas, escuelas, e incluso entre miembros del mismo Karma Kamtsang, no están escritas y es difícil entender la situación en todo su contexto. Pero podemos inferir que  muchas de las situaciones, conflictos y disputas, surgieron a partir de la exageración de las rencillas y problemas pequeños.

Su Santidad compartió su motivación para enseñar la Historia de Liberación de Mikyo Dorje, y dijo que, aunque tiene las bendiciones del título de Karmapa, no enseña pensando en ser una encarnación de los Karmapas. Afirmó que, como un ser sintiente ordinario, controlado por los tres venenos de las aflicciones, cuando enseña y habla sobre historias de liberación, piensa en sí mismo como un seguidor de los Gyalwang Karmapas y del budismo. 

Seguir el camino del cuerpo, la palabra y la mente de los Gyalwang Karmapas implica, para él, estudiar sus historias de liberación y hacer todo lo mejor posible para practicarlas. Esta es la motivación de Su Santidad al enseñarlas y debe ser, también, la motivación al escucharlas.

Su Santidad ha tenido la oportunidad de leer muchas de las historias de vida y liberación de los Karmapas, y señaló que hay cuatro características principales que comparten todos. 

En primer lugar, todas las encarnaciones del Karmapa han sido líderes del dharma hábiles y trabajadores que han utilizado muchos métodos para difundir el dharma en muchos lugares. Muchos karmapas no se quedaban en un solo lugar, sino que viajaban a áreas remotas y a muchas regiones de Tíbet, China y Mongolia, brindando la oportunidad a muchas personas de verlos y escucharlos enseñar.  Desarrollando conexiones muy profundas con personas en diferentes lugares. 

Incluso hoy en día, en algunas regiones donde no hay un monje o lama Kagyu o un monasterio Kagyu, muchos hogares tienen una tradición ancestral de suplicar al Karmapa o de recitar Karmapa Khyenno. Esto muestra la profunda impresión que dejaban los Karmapas cuando viajaban a esas tierras y forjaban conexiones con la gente local. Esto demuestra que los Gyalwang Karmapas difundieron el Dharma en muchas áreas de Tíbet y otros países, y trabajaron arduamente para beneficiar a la región.

La segunda característica compartida, es que cada Karmapa tenía su propio carácter y estilo individual, aportando sus propias ideas a la tradición, que no era anticuada y dogmática. Algunos Karmapas eran coléricos, mientras que otros eran más pacíficos, y tenían intereses diversos entre sí. 

Mikyö Dorje, por ejemplo, disfrutaba mucho estudiando y discutiendo textos con otros. Le gustaban las estatuas y otras representaciones del cuerpo, habla y mente del Buddha. Además, tenía un estilo de escritura reconocible. Se dice que la obra de Gendun Chophel Ornamento del pensamiento de Nagarjuna fue influenciado por el estilo de Mikyö Dorje. 

Por otro lado, el Décimo Karmapa, Chöying Dorje, tenía un gran interés por el arte, la poesía, y un particular estilo artístico muy distinto al de cualquier otra tradición tibetana. Podemos decir que los Karmapas no solo ayudaron a difundir el Dharma, sino que tenían una perspectiva muy amplia e interés por diversas áreas de conocimiento, no solo en el dharma.

Tercero, a ninguno de los Karmapas le ha gustado tener poder e influencia. Esto no se refiere sólo al poder político; no les interesaba mucho la administración de monasterios, ni mantener el estatus de “Karmapa” y la influencia asociada con este rango. Las historias de liberación del Octavo y Noveno Karmapas afirman que preferían ir a lugares remotos que permanecer en el Campamento. 

La cuarta característica común a todos, es que los Karmapas rechazaron el sectarismo y mantuvieron la visión más amplia de beneficiar a todo Tíbet.

Aunque decimos que su principal actividad y responsabilidad ha sido la de mantener el linaje Kagyu, en La lámpara brillante de las enseñanzas, escrita por el Decimocuarto Ganden Tripa Rinchen Öser, se dice: “Los Karmapas son venerados en todas partes de China y Tíbet, son un Gurú para todos.“ Al observar la gran actividad de los Karmapas hasta el Décimo Karmapa, se puede ver cómo tenían la amplitud de visión para enseñar abarcando a todos los tibetanos y todas las escuelas en general. No identificaron únicamente al linaje Kagyu como el correcto. En cambio, vieron las razones para las diversas tradiciones de pensamiento y distintas escuelas, considerándolas favorables junto con la tradición Bön. Los Karmapas rechazaron el sectarismo y la parcialidad hacia las diversas escuelas y linajes. 

Patsap Lotsawa, a su regreso de India, le dio al Primer Karmapa Dusum Khyenpa dos objetos sagrados: Una pintura; una thangka que muestra los sostenedores del linaje de las enseñanzas del Buddha, desde Buddha Shakyamuni hasta Bhikshu Simha. Y una caracola blanca; que se dice que proviene de Bodhgaya, de la época de Nagarjuna. 

Al entregar estos objetos sagrados al Primer Karmapa, Patsap Lotsawa le dijo: “Estos objetos han pasado de maestro a estudiante cuando se transmitieron las enseñanzas. Te estoy transmitiendo las enseñanzas de Buddha, así que debes asumir la responsabilidad de la totalidad de las enseñanzas de Buddha por completo.” Y él aceptó esta responsabilidad.

De manera similar, el Segundo Karmapa Mahasiddha Karma Pakshi recitó lo siguiente:

 

Como el sol en el cielo,
que el ser Rangjung Dorje 
tenga auspiciosidad no sectaria. 
A través de la actividad de un bodhisattva, 
que la luz de la compasión brille
en todas direcciones, como la luna llena.
Que haya auspiciosidad y felicidad en el mundo

 

Así, comparó su visión inclusiva y sin sesgos con el sol que brilla en el cielo. La Bodhicitta es no tener sesgos, tener amor por todos los seres. Es como la luz de la luna que brilla sobre todos los seres en todas las direcciones. La actividad del bodhisattva es como la luz de la compasión, que brilla en todas las direcciones sin ningún sesgo, y de la misma manera la actividad del Karmapa es como la luz de la compasión que brilla hacia todas las direcciones y hacia todos los seres para que haya auspiciosidad y felicidad en el mundo.

Se dice en algunos textos sobre el tercer Karmapa Rangjung Dorje y el quinto Karmapa Deshin Shekpa: “Este linaje nuestro no es un linaje de reyes indios, ni de emperadores chinos; es un linaje que sostiene las enseñanzas de Buddha”. Esto demuestra que no es una tradición sectaria. 

Por supuesto que Dakpo Kagyu es un linaje que sostiene todas las enseñanzas del Buddha, y también se le dan muchos diferentes nombres a las diversas tradiciones y nos apegamos a esos nombres. Sin embargo, no es necesario, simplemente podemos decir que son todas las enseñanzas del Buddha.  

El Séptimo Karmapa Chödrak Gyatso también escribió: “Aquí en el Tíbet, todos los linajes son principalmente enseñanzas budistas mahayana y, en particular, son lo mismo en torno a las enseñanzas del mantra secreto. No hay discordancia dentro de las enseñanzas impartidas por el Buddha. Los linajes separados actuales de Sakya, Jonang, Shaluwa, Bodongpa, Gelukpa, Radreng o Kadampa, Sangpuwa, Gampopa, Tsurphupa, Drikung, Taklung, Drukpa, etc., no significan dharmas distintos, son nombres distintos, Estamos divididos en diferentes linajes, tenemos diferentes nombres, costumbres, diferentes monasterios fueron fundados, usamos diferentes sombreros o tocamos melodías de campanas ligeramente diferente, pero en realidad, no ser iguales en esos aspectos no significa que las enseñanzas del Buddha sean diferentes. 

Todas son las enseñanzas puras del Buddha, están practicando el verdadero Buddhadharma por lo que todas estas escuelas han demostrado que son auténticos destinatarios de las ofrendas para reunir la acumulaciones de mérito”. 

Chödrak Gyatso señaló: “Como Karmapa, no distingo entre facciones en lugares, comunidades, estudiantes, enseñanzas, tradiciones dharma, y demás. No sostengo que haya una tradición del Karmapa o una enseñanza separada. Las enseñanzas del Buddha son las enseñanzas del Karmapa.”

De la misma manera, Mikyö Dorje enfatizó que no se deben tener visiones sectarias en relación a las enseñanzas del Buddha y en las Instrucciones para el maestro de Kurupa y sus sobrinos escribió las diversas razones detalladas por las que no es apropiado tener opiniones sectarias sobre las enseñanzas de Buddha. 

 

La necesidad de ampliar la visión y evitar el sectarismo

Su Santidad enfatizó la importancia de tener una visión global y prestar atención al daño que genera el sectarismo. Normalmente, dijo, permanecemos en nuestros monasterios que pertenecen a linajes de dharma específicos. Este ambiente influencia la forma en que vemos y pensamos, la manera en la que debemos difundir las enseñanzas, la manera en la que pensamos en hacer que nuestro propio monasterio, nuestro propio labrang, nuestra propia casa, florezcan. 

No pensamos más allá de esto, creyendo que nuestro monasterio y nuestro propio linaje deben permanecer para siempre, hasta que el samsara se termine.  En consecuencia, no vemos que las cosas están cambiando. Por lo tanto, debemos pensar más profundamente y con más detalle de lo que hacemos normalmente. Vernos a nosotros mismos y preguntarnos quienes somos.

Ver cual es la situación real, tratar de mirar cómo es nuestro linaje, nuestro monasterio, expandir el rango de nuestra visión, expandir nuestra perspectiva para poder ver el mundo entero.

Estamos en el siglo XXI, y no hay manera en que podamos continuar con las manos  tapándonos los ojos. Debemos mirar el mundo, ver que hay muchas religiones. El cristianismo y el Islam son las religiones más grandes del mundo y varios países se identifican como cristianos o musulmanes. Por otro lado, solo quedan muy pocos países budistas en el mundo, se pueden contar con los dedos de una mano. Y aunque se considera que el budismo es una de las principales religiones del mundo, si se compara con las grandes religiones hay una gran diferencia. 

En los viejos tiempos había muchos más países y regiones budistas de los que hay en el presente, y muchos países han dejado de ser budistas. Esto muestra que ha habido un gran declive en las enseñanzas budistas. 

Hay algunos factores externos que contribuyen al declive del budismo, como la conversión a otras religiones bien sea por acciones violentas o pacíficas. Pero el factor más significativo que contribuye al declive del budismo es una condición interna, específicamente la división y el sectarismo que existe entre las comunidades budistas. De hecho, hay muy pocas buenas conexiones entre los budistas. Esto es algo que debemos considerar seriamente. 

Continuamos haciendo muchas distinciones diferentes, como Vehículo Fundacional y Mahayana, o Sutrayana y Vajrayana. Asimismo, decimos budismo chino, budismo tibetano,  el budismo Theravada. Incluso dentro de Tíbet hay cinco grandes linajes. Y dentro del linaje Kagyu hay divisiones, como los cuatro linajes mayores y ocho menores, etc. 

Originalmente, había muy pocos linajes budistas, explicó Su Santidad, pero con el tiempo, se dividieron en muchas facciones más pequeñas y así se ha ido debilitando, con el peligro de que un día no quede nada. 

Por eso, entre los budistas, en el budismo tibetano y en el linaje Kagyu, no debería haber este sectarismo de decir “ nosotros ” y “ ellos ”. Hacer distinciones no es bueno porque cuando haces distinciones, naturalmente comienzan a haber sesgos. Debemos unirnos en una sola comunidad y dar el primer paso nosotros mismos, actuar. De lo contrario, es como tener una buena fruta deliciosa y madura que pones en un plato y en vez de comerla, la dejas unos días allí. ¿Qué le pasa? Se pudre. Tenemos que empezar con nuestros propios monasterios y linajes. Expandiendo nuestras ideas para generar conexiones y unidad. Ampliando nuestra idea de pertenencia, hasta llegar a creer que somos los mismos al interior y al exterior, desarrollando una comprensión estable de la unidad en el budismo. 

Esto depende de si uno realmente cree que si uno declina, todos declinan; si uno se florece, todos se florecen. Tomemos el ejemplo de los Estados Unidos. Debido a que es un país poderoso en el mundo, sus ciudadanos pueden mantener la cabeza en alto y tener confianza en cualquier lugar del mundo como estadounidenses. Si a todo un país no le va tan bien, sus ciudadanos se sentirán más débiles y tendrán menos confianza. Pero es difícil para nosotros desarrollar este sentimiento ya que nos mantenemos dentro del ambiente de un solo linaje y no desarrollamos esta sensación de unidad.

La gente a menudo no se da cuenta de lo sagrado que es estar en los monasterios budistas en presencia de la Sangha.  Pero un día, si viajas a Europa o a un país donde el budismo no se ha difundido, cuando llegas allí, olvídate de las diversas tradiciones, del Mahayana y del Vehículo Fundacional, o disputas entre las tradiciones tibetanas. Ni siquiera hay allí una estatua de Buddha, y si vieras una estatua de Buda en un lugar así, ¡Te regocijarías!

Por esta razón, estar en los monasterios budistas y entre la sangha es una oportunidad muy difícil de encontrar, pero lo damos por sentado. En muchos países del mundo no hay ni siquiera budistas, ¿Cómo podría haber budismo, y mucho menos budismo tibetano o Karma Kagyu? El Karma Kagyu es como los cuernos de un conejo: ¡No existe! Sin embargo, las personas se sientan en los monasterios pensando: “El cielo es Kagyu, la tierra es Kagyu, todo es Kagyu”. Pensar así no es mejor que el ejemplo de la rana en el pozo que es incapaz de ver el mundo exterior, y cuando sale del pozo y ve el océano se muere de la impresión.

Si nos quedamos pensando que nuestro monasterio es muy bueno, nuestro linaje excelente, que nadie se nos compara, no hay remedio. Tampoco se trata de sentarnos a pensar que nada cambiará. Han habido muchos cambios y el mundo se está convirtiendo en una aldea global. Nos estamos convirtiendo en una única comunidad de seres humanos con conexiones cada vez mayores que las que había antes. Así que en una época con tanto desarrollo tecnológico, si nos quedamos tapándonos los ojos con las manos, solo nos estamos engañando a nosotros mismos. Tenemos que enfrentar la situación y abrir los ojos para ver la realidad.

En términos de ser budistas y en beneficio de las enseñanzas, es nuestra responsabilidad, sin importar el nombre de nuestro linaje, respetarnos los unos a los otros y servir a todos de la misma manera. Esta es la base de ser budistas, cuidar este gran soporte que tenemos. ¿Seremos capaces de lograrlo? Esto realmente nos convierte en seguidores del budismo, del Buddha, en practicantes del Dharma.  Olvídense de todos los seres sintientes si ni siquiera podemos dejar de tener sesgos hacia algunas personas. No debemos dejar que la bondad de los grandes maestros del pasado, que defendieron y difundieron las enseñanzas con tanto esfuerzo, se desperdicie. 

Su Santidad indicó que aunque tengamos nuestra propia conexión kármica y responsabilidades con un linaje en particular, lo cual es muy importante, tenemos que considerar los otros linajes del mismo modo que lo hacemos con el nuestro, aun cuando los otros no nos vean de esa misma manera.

Alejarnos un poco para ampliar la visión y ver el mundo en su totalidad con la intención de sostener, preservar y expandir las enseñanzas budistas. 

Si pensamos en términos propios, no hay beneficio. Quizás vayamos a pasar muchos eones tratando de obtener el estado del Buddha, pero si no hacemos esto, no tendrá sentido. Si antes de obtener el estado del Buddha, ni siquiera pensamos en cómo preservar las enseñanzas en este mundo, olvidémonos de lograr la iluminación. Por esto debemos estudiar las historias de liberación de Mikyö Dorje y, si tenemos sesgos, pensar en las razones y las faltas de ser sectarios.