Aspiraciones para Acabar con la Adversidad: palabras finales

27 de enero del 2021

Espero que todos estén bien. Hoy es el octavo día de las Aspiraciones para Acabar con la Adversidad. Los textos que recitaremos juntos hoy son, El Parasol Blanco, La Repulsión de Simhamukha, El Sutra del Dharani de Marichi y La Plegaria que Salvó a Sakya de la Enfermedad.

La práctica del El Parasol Blanco que recitaremos hoy es uno de los trece “āḥ Dharmas” de Karma Chakme, trece sadhanas diferentes que comienzan con la sílaba āḥ. También se les llama los “Trece Dharmas para dirigirse a Sukhavati”. Esta incluida entre ellos la práctica de El Parasol Blanco, llamada, El Garuda Semental, Rey de las Aves: Práctica del Parasol Blanco de Ushnisha.

Comúnmente, cuando recitamos El Parasol Blanco en el Kagyu Karma, este es el único que recitamos. También existe la costumbre de añadir La Repulsión del Mahasiddha Lhodrak Lekyi Dorje, la cual  no se encuentra en el original y, por ello, la omitimos aquí. Esta práctica de El Parasol Blanco de Karma Chakme no solo está incluida en los textos de los linajes Kagyu y Nyingma; también se encuentra en libros impresos en Mongolia, por lo que creo que también debe haberse extendido hasta cierto punto dentro del linaje Geluk.

En cualquier caso, El Parasol Blanco pertenece al Kriya tantra y dentro de él, la familia Tathagata. En el Kangyur tibetano, hay cuatro traducciones diferentes del dharani del Parasol Blanco, que incluyen La Gran Repulsión, Las Tierras Divinas, El Inasible y La Realización Suprema; hay algunos comentarios en sánscrito y sadhanas relacionados con estos.

Hay traducciones al chino del el dharani de El Parasol Blanco hechas  durante las dinastías Tang y Sung. Sin embargo, las principales traducciones al lenguaje chino del tibetano se realizaron 

dos veces durante la dinastía Yuan o Mongol. Además, el emperador mongol, Kublai Khan se dedicó al budismo tibetano. Él siguió a Drogön Chögyal Pakpa, a Karma Pakshi y a muchos otros maestros tibetanos tomándolos como gurús principales. Al seguir las instrucciones de Drogön Chögyal Pakpa y con el fin de vencer a los maras y traer felicidad al reino, se comenzó la costumbre de colgar una imagen de seda de El Parasol Blanco y el correspondiente mantra escrito en letras doradas sobre el trono dorado del emperador. A partir de ese momento, una gran tradición de una Ceremonia de Parasol Blanco se llego a establecer todos los años, el día quince del segundo mes en las dos capitales de Daidu y Shangdu. A estas ceremonias, cien mil personas eran bienvenidas mientras el Parasol Blanco se desfilaba afuera y adentro del palacio. De las cuatro actividades rituales del Parasol Blanco, pienso que probablemente esta es la izar la bandera.

También hay en el Budismo Chino un mantra dharani muy conocido llamado El Sutra del Paso Heroico de la Gran Ushnisha. Su mantra es casi exacta a el mantra dharani del El Parasol Blanco, por lo que este mantra dharani también es extremadamente importante desde la perspectiva del Budismo Chino. En resumen, se dice que El Parasol Blanco es el mejor para repeler espíritus, enfermedades, brujerías y hechizos.

Con respecto a Simhamukha, no he visto nada sobre ella en el Kangyur, en específico; sin embargo, la tradición Nyingma posee un gran ciclo de enseñanzas relacionado con ella. En el Sarma, hay bastantes prácticas de Simhamukha. Los más comunes incluyen: el de Bari Lotsawa transmitido entre los Sakyas; el que fue transmitido por Panchen Nakkyi Rinchen; y, el terma escondido por Ngulchu Vairo y revelado por el glorioso Dusum Khyenpa. La que recitaremos hoy es la repulsión de Mikyö Dorje que se incluye en los libros de oraciones Karma Kagyu. Es la que siempre recitamos. Se dice que Simhamukha es suprema para rechazar la hechicería, las maldiciones, lo que no es de buen auspicio, los malos augurios y los obstáculos. En la tradición Geluk, al comienzo de enseñanzas sobre las etapas del camino, recitan El Sutra del Corazón y Simhamukha para vencer cualquier obstáculo que tenga que ver con enseñar y escuchar el Dharma. En resumen, El Parasol Blanco, El Sutra del Corazón y Simhamukha son muy conocidos en todos los linajes del Dharma.

El tercero es Marichi. Existen muchas enseñanzas sobre Marichi tanto en el Kangyur como en el Tengyur, que incluyen dharanis, sadhanas, rituales, etcetera. Hay dieciséis sadhanas de Marichi en El Océano de Sadhanas, probablemente. También hay sadhanas en los tres ciclos de Mala del Abhayakara. En cuanto al dharani de Marichi que recitaremos hoy, en el Kangyur, está El Dharani Llamado Noble Marichi traducido por Bari Lotsawa, pero me pareció algo incompleto. Así que aproveché esta oportunidad para traducir del lenguaje chino al tibetano uno de los tres dharanis de Marichi  originalmente traducidos al chino por el maestro espiritual Amoghavajra. Fue un maestro de Sri Lanka del siglo VIII, un gran traductor y defensor de los tres pitakas que difundió las enseñanzas del Mantra Secreto en China.

Generalmente, se dice de Marichi en El Tantra Raíz de Manjushri que en una época degenerada, siddhi llega ligeramente por medio de Manjushri entre los seres nobles y de Marichi entre las diosas. Es posible que mucha gente con fe y devoción por ella, se haya visto tanto en el Tíbet como en la China. No se trata solo de budistas; posteriormente, los Senshing, un antiguo nombre para los taoístas, también la adoraron como deidad. Históricamente en Japón, las personas poderosas y los altos ministros la consideraban una protectora porque es una diosa muy poderosa. Además, ya que esta diosa tiene la capacidad de hacerse invisible, los samuráis y los soldados también tenían gran fe en ella. Por lo tanto, dentro del Budismo Japonés se le considera extremadamente importante.

Se dice que la diosa Marichi es muy beneficiosa para disipar los peligros de enemigos y bandidos, los peligros de personas poderosas como los reyes y los enemigos cuando se esta viajando por caminos peligrosos y aterradores. En particular, me pareció que había algunos signos e indicaciones de que la recitación de El Dharani de Marichi sería provechoso, específicamente, durante esta epidemia. Por eso lo he incluido en nuestro libro de oraciones en esta ocasión.

La Plegaria que Salvó a Sakya de la Enfermedad fue escrita por el famoso siddha tibetano Tangtong Gyalpo. La razón por la que la escribió es que en una época se vio una gran epidemia y, aun con los tratamientos médicos y rituales que se probaron e hicieron, nada resultó beneficioso. Cuando el área casi estaba vacía de gente, se le pidió ayuda al gran siddha. Él les dijo que recitaran manis [el mantra Om Mani Padme Hung], la oración de refugio: “Todas mis madres, todos los seres en el espacio…” y esta oración. Las historias relatan que todos hicieron lo que él dijo y la epidemia disminuyó. A partir de ese momento, cada vez que una epidemia golpeaba al Tíbet, la gente tradicionalmente recitaba esta oración. Para ayudar a que todos se inspiren a recitarla, hice una grabación separada de esta aspiración con una melodía. Espero que esto les facilite tocar la grabación y la escuchan y sea más fácil recitarla.

Ahora, recitaremos las plegarias que acabo de mencionar. Por favor, concentre su mente y únase a mí en las recitaciones. 

* * *

Ya nuestras Aspiraciones para Acabar con la Adversidad de ocho días están llegando a su fin. A continuación cerraremos con la dedicación de méritos y aspiraciones.

Los Siete Puntos del Adiestramiento Mental dice: “Dos actividades, una al principio y otra al final”. En el comienzo, la actividad es alinear nuestra motivación. Sea lo que hagamos, el modo de realizar una tarea y los pasos que tomemos, estos tienen mucho peso en determinar si su naturaleza o esencia se convierte en algo virtuoso o no. Principalmente, depende de la motivación que adoptemos cuando lo estemos llevando acabo. Siendo ese el caso, antes de realizar cualquier tarea, es importante examinar cuidadosamente nuestras motivaciones, razones y objetivos para hacerla. Esto se debe a que a veces una motivación falsa no solo engaña a los demás; puede engañarnos a nosotros mismos, también.

La actividad al final es la de imbuir la tarea con las dedicaciones y las aspiraciones. Esto significa, que incluso, cuando creamos una buena acción o una gran acción, no debemos usar sus resultados para hacer algo grande que únicamente proporcione bien o ganancias a uno mismo. En cambio, deberíamos disfrutar de sus frutos junto con otras personas. Los practicantes del Mahayana no usan todas sus virtudes y buenas obras solo para su propio bien, sino que las disfrutan junto con los demás, y esto se llama dedicación. Hay dedicaciones mayores, medianas y menores. Lo mejor es dedicar la virtud a lograr la budeidad, la felicidad completa. Para poder llegar a hacer una dedicación tan grande, tenemos primero que entrenarnos, gradualmente, a diario en nuestra vida. Por ejemplo, podemos ofrecer a los demás nuestra comida favorita, presentarles nuestras películas favoritas o conectarlos con nuestras canciones favorita. Comienzas a practicar compartiendo lo más favorito tuyo con alegría y felicidad a los demás. Dado que nuestra actual realidad es la era de la información, podemos disfrutar de muchas cosas diferentes con otros en las redes sociales y compartir cosas con ellos. Esta es una buena oportunidad. Lo considero como una herramienta para practicar la dedicación y las aspiraciones.

En resumen, dedica toda la virtud de estas Aspiraciones para Acabar con la Adversidad a la iluminación. Además, mi hermana ha comenzado una Sociedad de Cien Millones de Tara, y muchos tibetanos en Tíbet y en el extranjero, así como personas de fe de Oriente y Occidente, que han recitado más de 150 millones de alabanzas de Tara. Me han pedido dedicar esta virtud al mismo tiempo. Asimismo, debemos imbuir todo el mérito que nosotros y todos los demás hemos hecho en el pasado, estamos haciendo y haremos en el futuro con nuestras dedicaciones y aspiraciones. El hacerlo ofrece el beneficio de que la virtud nunca se agotará, en cambio, crecerá cada vez más.

Ahora recitaré la Gran Aspiración del Séptimo Karmapa Chödrak Gyatso. No es necesario que recite conmigo. En su lugar, presten atención y ofrezcan su apoyo. Eso es mucho mejor que recitar las palabras. 

* * *

Ahora hemos completado Las Aspiraciones para Acabar con la Adversidad. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para agradecer a algunas de las personas involucradas.

Primero, los monasterios y conventos de monjas Kagyu en India, Nepal y Bután que han estado participando. Hicieron magníficas ofrendas con el mayor cuidado posible, y todos los monjes y monjas recitaron juntos, se interesaron mucho y realizaron excelentes preparativos. Me gustaría agradecerles a todos desde lo más profundo mi corazón.

Algunas personas han pensado que estas Aspiraciones para Acabar con la Adversidad son los Monlam Kagyu. Pero ya hemos aplazado el Kagyu Monlam 38º anual en Bodhgaya por un año, así que este no es el Kagyu Monlam. Pero las fechas en las que normalmente celebramos el Monlam estaban disponibles, por lo que hemos utilizado este tiempo para celebrar estas Aspiraciones para Acabar con la Adversidad. Aún así, la organización Kagyu Monlam ha sido muy generosa y ha ofrecido apoyo a todos los monasterios, y me regocijo.

Asimismo, decenas de miles de amigos del Dharma de todos los rincones de la tierra han participado en este Monlam para orar por la felicidad del mundo y para que las enseñanzas prosperen, y me gustaría agradecerles a todos ustedes. Espero y tengo la convicción de que gracias a que todos nos unimos en la recitación de estas plegarias al unísono, la epidemia de coronavirus se puede calmar, rápidamente, y todos podamos disfrutar de una feliz y alegre vida nueva.

Durante estas Aspiraciones para Acabar con la Adversidad, los que más han trabajado han sido los traductores, los editores de video, las personas que elaboraron los libros de oraciones, los compositores de la música y los técnicos de la retransmisión en Internet. Han trabajado día y noche sin importar la dificultad, y esto nos ha permitido concluir con éxito este programa. Así que me gustaría agradecerles de todo corazón.

Por mi parte, siento que esta oportunidad de colaborar con todos ustedes para lograr un poco de virtud con nuestro cuerpo y palabra durante estas aspiraciones ha sido una gran fortuna.

Por último, me gustaría hacer un anuncio. Tal como mencioné durante las enseñanzas recientes sobre Los Cuatro Dharmas de Gampopa, recibí una carta del convento de monjas de Palpung Yeshe Rabgye, los organizadores ese año del Encuentro de Dharma Invernal Arya Kshema, solicitando que, por favor, imparte enseñanzas. Lo hablé con mucha gente y yo mismo lo pensé. Al final, consideré enseñar los versos autobiográficos del octavo Karmapa Mikyö Dorje llamados Los Buenos Hechos.

Comentar detalladamente [sobre este texto] me tomaría un mínimo de veinte días. Por lo tanto, tendré que comenzar a enseñar el cuarto día del año nuevo Tibetano y continuar durante todo el primer mes tibetano. Puede que se asusten al escuchar que daré clases durante todo un mes. Pero no tienes por qué asustarse. Tendremos unos días libres —de lo contrario, sería difícil para el maestro y los oyentes—.

Por lo general, no tengo la confianza ni la valentía de poder comentar sobre los versos autobiográficos en mucho detalle. Pero debido a la epidemia, este es un momento en el que todos tenemos que quedarnos en casa, lo cual nos brinda mucho tiempo libre. Para mí, es diferente a lo habitual. No estoy ocupado y tengo algo de tiempo. Además, el recibir los textos y las cosas necesarias es un poco diferente para mí, a diferencia de otras personas, así que pensé que si no lo enseñaba ahora, me arrepentiría más tarde. Así que me estoy dando un empujón y, armándome de valentía, al hacier este anuncio. De hecho, todavía tengo cierta inquietud; puedo sentir los latidos de mi corazón. Anunciaremos el programa en detalle más tarde, así que visita la Internet. Gracias.

¡Un resplandor de buena fortuna, el adorno del mundo! 

¡En el entorno y el reino de la tierra del Tíbet, 

al norte de la Tierra de las Nieves, 

que florezcan las enseñanzas del Linaje de la Práctica! 

¡Que el mundo tenga la buena fortuna de la felicidad! 

¡Pedimos que el mundo sea feliz!