Los cuatro Dharmas de Gampopa: Instrucciones médulas, el karma y la interconexión, sexto día

2 de enero 2021

 

Hoy Su Santidad nos dio la noticia de que extenderá por un día más, este ciclo de conferencias sobre Los cuatro Dharmas de Gampopa. 

Retomó sobre el punto: ‘Que el dharma se convierta en el dharma’, diciéndonos que para que esto suceda, nuestra práctica de dharma debe estar acorde al dharma y tener el mismo significado que este. Para ello tenemos que identificar los obstáculos que debemos abandonar y los antídotos favorables que debemos adoptar en nuestra práctica.

De los métodos favorables, el de mayor beneficio es contemplar y meditar en la muerte y la impermanencia, en la raíz o fundamento del dharma, y en los defectos del samsara. Una vez que estos arraiguen en nuestra mente, podremos deshacernos por completo de los asuntos concernientes a esta vida, y devendrá la verdadera práctica de dharma. Podrá lograrse la certeza en la muerte, soltar el afarremiento a esta vida y pensar en las vidas futuras.

Meditar sobre las causas y efectos kármicos y los defectos del samsara trae cómo resultado dos tipos de dharmas, uno es el mundano, que es el evitar renacer en los reinos inferiores y obtener un nacimiento humano o divido; el otros es el dharma del nirvana, que es el ver los defectos del samsara y aspirar a alcanzar la iluminación de un shravaka o patriekabuddha.

 

El karma y la interconexión que compartimos con todos los seres

Tal cómo las diversas piezas de un juego de ajedrez, cada una con su nivel de capacidad y función, tienen la habilidad de influir en el juego, todos los seres dependemos de los demás y estamos conectados incluso a través de vidas previas, en esta inmensa red de interconexión, nos relacionamos ayudándonos y obstaculizándonos continuamente. Esta interconexión es como una inmensa red parecida a un enorme mandala. Por ello, comprender el karma es algo bastante complicado. Solo la sabiduría omnisciente de un ser noble puede comprenderla.

Por eso, si realizamos algo, ver en seguida su resultado con nuestros ojos es algo un tanto infrecuente. “Toma tiempo para que un resultado madure. Por ejemplo, si sembramos un arbolito joven toma unos ocho, nueve, diez años antes de que sea convierta en un árbol grande…de la misma manera si nos estamos esforzando en algo que estamos realizando, para ver su resultado madurar toma tiempo” 

El Karmapa nos incitó cultivar la paciencia y confianza para no decepcionarnos. 

“Algunas veces cuando algo toma tiempo, el resultado puede ser más grande.

“Por ejemplo en este mundo, a la más preciada joya que es un diamante, no le toma  ni diez, ni 100 años para formarse. Después de millones o cientos de miles de millones de años, es justo entonces cuando se transforma en una joya preciosa”. 

De la misma manera, con respecto a las acciones positivas en definitiva estas tomaran tiempo para que se maduren en resultados potentes. Debemos ser pacientes, cultivar una vision amplia y a largo plazo; y mantener la fe de que el resultado llegará.

Dado que los seres comunes no tenemos una visión extensa, debemos basarnos en las palabras del Buddha, valorarlas y practicarlas. Y para no confundirnos —y poder descartar lo que debemos abandonar y adoptar aquello que debemos adoptar— el mirar nuestras propias faltas y observar las cualidades de los demás es esencial. Tenemos que pensar en los demás y llegar a verlos cómo más importantes que a nosotros mismos.