Las maestras de Canto del Kagyu Monlam
En 2018, por primera vez en la historia del Kagyu Monlam, las monjas precedieron un Monlam en la prestigiosa función de maestras de cantos y músicos de instrumentos. Kheychok Palmo, tocando los platillos a la derecha, repitió dicho hito en España este año.
7 de Junio de 2018
La luz trasluce cuando los umzes entonan las oraciones por la paz y el bienestar del mundo. La gente escucha y une sus plegarias con la melodía de sus voces. Toda actividad se aquieta, salvo la de interiorizarse y cantar o seguir los cantos con la atención mental y el corazón. Por siglos las voces que lideraban esta tarea en las asambleas más grandes budistas tibetanas han sido masculinas. Poco a poco, voces maestras femeninas han empezado a complementar las masculinas y ha embellecer las melodías con otra tonalidad.
En España, en el Canadá
Este pasado junio, dichas voces femeninas se escucharon en Vancouver, Canadá y Eivissa, España, dos populares regiones abrazadas por aguas azules oceánicas o dulces. Ambos festivales tuvieron la gran fortuna de tener presentes grandes maestros, sostenedores del Dharma y las bendiciones del linaje Kagyu. El Muy venerable Khenchen Thrangu Rinpoche presidió el décimo Kagyu Monlam de Norteamérica en el Monasterio Thrangu Canadá. Mientras que en España, el Venerable Ringu Tulku presidió el segundo Kagyu Monlam de habla hispana en el centro de Bokar Thubten Ling.
Presentes también estaban Ani Tsultrim Zangmo del convento Thrangu Tara Abbey en Nepal, quien viajó a Vancouver para co-liderar el Kagyu Monlan de Norteamérica. Unos días antes, Ani Kheychok Palmo, del convento Karma Drupdey del Bútan, había sido recibida en Eivissa para dirigir los cantos, junto a otros 16 monásticos y decenas de laicos practicantes que asistieron al festival de plegarias.
En el 2017, Su Santidad asignó a ambos monjes y monjas umzes a sentarse juntos, rompiendo con una tradición de siglos designada sólo para los monjes. Tsultrim Zangmo, sentada a la izquierda, co-lideró el Kagyu Monlam en Canadá con un monje umze este año.
Cambios importantes
La novedad de estas voces femeninas en el Monlam aparenta ser sutil pero es revolucionaria.
En un período de tiempo relativamente corto, Su Santidad ha implementado propuestas que ofrecen a las monjas la igualdad de oportunidades de estudio, práctica, recursos espirituales y materiales, y cargos destacados. Esto incluye el importante rango de ser umzes en un Kagyu Monlam.
Ampliar una tradición de 400 años de escuchar principalmente voces masculinas en los Kagyu Monlams, a escuchar masculinas y femeninas simultáneamente y finalmente, sólo femeninas ha sido algo que su Santidad realizó en solo dos años, aunque lo gestionó gradualmente de diferente ángulos por muchos años antes.
Hace cinco años, por primera vez en un Monlam en Bodhgaya se vio a algunas de las mejores umzes de los conventos sentarse detrás de los umzes monjes que lideraban los cantos. En el Kagyu Monlam de 2016 y 2017, dos asientos fueron apartados al lado y otros alrededor de los monjes umzes para las monjas umzes.
Aunque no cantaron, el verlas demostraba que tal como los monjes, habían memorizado una gran cantidad de oraciones y textos budistas, y eran las mejores de sus respectivos monasterios. Los que habían asistido al encuentro invernal de las monjas conocido como, Arya Kshema, conocían sus voces fuertes, entrenadas ha mantener una corriente melódica de plegarias y ha entonar una variedad de melodías.
En el 2019 por primera vez un conjunto de mujeres ordenadas lideraron solas los cantos de plegarias e hicieron sonar todos los instrumentos rituales como la versión tibetana del oboe, el llailing, para recibir y escoltar a Su Santidad de la gran tienda donde se organizaba el Monlam.
De esta manera, Su Santidad abrió un nuevo capítulo para las mujeres ordenadas dentro del ámbito de los rituales.