Quién es el Karmapa
Los Karmapas han dedicado todas sus vidas al beneficio de los seres. El actual Karmapa, Ogyen Trinley Dorje, motivado por el mismo voto, promueve la compasión y la sabiduría en el mundo. Mediante sus instrucciones, propicia el potencial innato y más alto en cada uno de nosotros: llegar a beneficiar a todos los seres y experimentar la alegría suprema. Estas cualidades de compasión y sabiduría son parte de la naturaleza del Karmapa y la esencia del Budismo.
El compromiso ilimitado de los Karmapas tiene como fuente el amor bondadoso que el primer Karmapa, Dusum Khyenpa, generó hace 900 años en el altiplano más alto del mundo, el Tíbet. Dusum Khyenpa recibió el nombre de Karmapa, cuyo significado es: “alguien que realiza la actividad de todos los buddhas”. Desde ese entonces, su linaje es una fibra principal del tejido religioso y cultural del Tíbet; como también se entrelaza en las culturas de las muchas otras regiones circumabuladas por la cordillera de los Himalayas.
El 17º Gyalwang Karmapa, Ogyen Trinley Dorje
En el siglo 21, la actividad del Karmapa ha trascendido límites fronterizos. Miles de personas de distintos orígenes encuentran relevancia universal en el pensamiento budista. Muchos de ellos, y otros miles más que aspiran a destilar y practicar los métodos budistas, aquellos que afloran las mejores cualidades humanas y propulsan la acción positiva —hasta los estadios más nobles, para algunos—, escuchan y contemplan las enseñanzas del Karmapa. Unos en persona, muchos más en directo por la web.
En la actualidad, el Karmapa reside en la India, donde dirige uno de los más concurridos festivales de plegarias por la paz mundial del budismo tibetano. Viaja por el mundo impartiendo enseñanzas en algunas temporadas. Ha sido orador invitado en acontecimientos organizados por instituciones religiosas, universidades, grupos de jóvenes y comitivas ecologistas en regiones de Europa, Norteamérica y Asia. Sus más recientes libros se basan en una serie de largos diálogos con jóvenes sobre los desafíos más grandes de nuestros tiempos y las posibles soluciones que tenemos a nuestro alcance.
El Karmapa ha vivido gran parte de los últimos 17 años en la cumbre de un monasterio en el Norte de la India. Allí, su interés por las ciencias budistas, la tecnología y la protección del medio ambiente, han abierto las compuertas a una serie de proyectos en curso, entre ellos: la digitalización de antiguos textos budistas, la implementación de soluciones sostenibles en los monasterios de su linaje, y la restauración de la ordenación completa para las monjas. Su interés en las artes y sus reflexiones personales se expresan en la pintura y la caligrafía, el teatro, la música, la poesía y la escritura.
El Karmapa como monje es la cabeza del linaje Karma Kagyu o Karma Kansang, el cual constituye una cadena única de monasterios y conventos en el Tíbet, la India, Nepal y Bután; como también, centros de Dharma en Europa, Norte y sur América, Australia, Oceanía y África.